Capítulo 10 Lo primero que llamó la atención de Riley fue la muñeca: la misma muñeca desnuda que había encontrado ese mismo día en el árbol cerca de Daggett, en exactamente la misma pose. Por un momento, se sorprendió en verla sentada allí en el laboratorio de análisis forense del FBI rodeada de una amplia gama de equipos de alta tecnología. Parecía estar extrañamente fuera de lugar—como una especie de pequeño santuario enfermo a una era de antaño, no digital. Ahora la muñeca era sólo otra prueba más, protegida por una bolsa de plástico. Sabía que un equipo había sido enviado a recuperarla tan pronto como había llamado para informar sobre la misma. Aun así, era algo discordante. El Agente Especial Meredith dio un paso hacia adelante para saludarla. “Ha pasado mucho tiempo, Agente Paige