El ambiente que se sentía en el lugar ya era demasiado conocido por la rubia, mientras que la castaña no se sentía del todo segura ahí. Gabriel y Nadir se hicieron paso entre la gente que se encontraba junto de sus mesas, para que ellos pudieran llegar a la suya sin ningún problema.
Mientras la bailarina agarraba fuertemente del brazo a su mejor amiga para no perderse, Nadir la observaba de reojo ante lo bella que se veía.
- Deja de mirarla - Gabriel se acercó a él para que lo pudiera escuchar por encima de la música - No seas tan obvio.
- Se ve hermosa - Contestó anonadado.
- Se ve bien - Se encogió de hombros su amigo - Lo que necesito de ti en estos momentos es que encuentres nuestra mesa.
La música estaba a todo lo que podía dar el establecimiento, por lo que las dos
