En el trayecto a la casa de Fernanda, Sean comenzó a sentir que todo lo que iba a pasar de ahora en adelante no iba a ser lo mejor, pero iba a intentar de todo para poder regresar con su pequeña bailarina. No se iba a detener por absolutamente nada, ni nadie. - ¿Por qué rayos me está hablando? - Alzó su celular a la altura de sus ojos y frunció el ceño al notar el nombre que se mostraba en el identificador de llamada. - Ten cuidado con Lilian. El empresario se quedó con su ceño fruncido al escuchar las primeras cuatro palabras salir de la boca de su mejor amigo. No sabía a qué se debía aviso en esos momentos, por lo que se mantuvo callado al no saber qué contestarle. - ¿De qué me estás hablando? - Musitó unos segundos después de recobrar su postura - ¿Hoy decidiste no habl