CAPÍTULO 7

960 Words
Luca se quedo como idiota viendo a esa mujer que se alejó caminando, ¿hermosa sonrisa? ¿Preciosos ojos? Sin poder evitarlo sonrió, para que negarlo, se sintió muy bien, como no se sentía antes del accidente, pero.. ¿Estaría hablando en serio? Tal vez lo dijo solo porque no le gustaba hacer sentir mal a las personas por su aspecto, aunque eso le desilusionó, lo agradeció, si todos fueran como ella, el mundo sería mejor.  Decidió salir de ahí, en el camino se topó con Jessica.  —Luca, ¿te vas?  —Si, trabajo, pero te llamaré más tarde, tengo un tema que tratar contigo. — deseaba salir de ahí cuanto antes.  —Está bien, qué lástima quería presentarte a..  —No, ahora no —interrumpió él. —Nos hablamos luego.  Jessica lo vio sorprendida por la actitud de él, nunca se había comportado así.  Luca salió hacia su auto y se dirigió a su casa, pero en el transcurso decidió ir mejor a la casa de sus padres, tal vez estar con su familia ahora que se sentía bien, le alegraría a su madre.  *** April cuando se enteró que el famoso Luca se había ido algo en ella se entristeció y decepcionó, sin poder morderse la lengua, miró a Jessica y le preguntó.  —¿Qué le pasó?  Jessica al ver a April tan seria sabía de qué hablaba, no sabía si era correcto contarle ella, pero sabía que tarde o temprano se entraría.  —Cuando tuvo 16 años un auto lo atropelló, lanzandolo en contra de tienda, con un gran ventanal, a sufrido bastante, muchas humillaciones, y discriminación, a pesar de ser un hombre tan amable y bueno, los niños al principio hacían muchas preguntas de que tenía, pero luego ellos dejaron de preguntar, adoran a Luca  April sentía ganas de llorar, de golpear, tenía emociones encontradas y no sabía el porqué.  Luego de pasar lo que quedaba de la tarde jugando con los niños, decidió irse a la casa, el chófer en cuanto la vio salir, salió del auto y le abrió la puerta, ella le sonrió y le agradeció, de camino a la mansión no podía dejar de pensar en Luca, en sus ojos, su sonrisa, su cuerpo, ese hombre para ella estaba divino, aunque no sabía si volvería a verlo, a menos que siguiera yendo al orfanato, si eso haría.  *** Luca esperaba a su madre que llegara del trabajo, mientras hablaba con sus hermanos y su padre, mientras Marta ayudaba en la cocina con la cena. Todos le decían lo hermosa y simpática que era April la hija de Marta, pero él sólo pensaba en aquella castaña, con aquellos ojos grises tan preciosos, y en esa piel morena tan apetecible, además en aquellas palabras tan sinceras que le había dicho.  —Bueno, ya les diré cuando la conozca. —dijo relajado y sonriente.  —¿Te pasa algo? Hoy estás muy contento —le dijo Liz mientras abrazaba y sonreía a su hermano.  —No me pasa nada, ¿acaso no tengo derecho de estar contento? —Claro que lo tienes bobo, solo que me sorprende verte así, pero la verdad me agrada mucho.  Se oyeron dos coches llegar, y Stuart se levantó.  —Creo que han llegado.  Gabriella entró primero sonriendo, cuando vio a Luca se alegró más aún.  —Cariño, qué bueno has venido, así conocerás a April, verás que es un encanto, ha subido un momento. — April había ido al baño.  Todos hablaban alegremente, ya que Luca estaba de muy buen humor y Gabriella lo noto, justo cuando iba a ver si la cena ya estaba lista, y hablar con April para que supiera que Luca estaba ahí y pedirle de favor que no lo viera feo, ya que no le había dicho nada respecto a él y su rostro, ella entró en la sala. Luca al verla abrió los ojos como platos sorprendido, ella también estaba sorprendida pero le volvió a dedicar esa sonrisa dulce y encantadora.  —April, cariño, ven te presento a mi hijo y a tu nuevo jefe, Luca Bennett, Luca cariño, ella es April Gates, la hija de Marta.  April saludo a todo Liz, Elías y Stuart, con un beso en la mejilla, cuando llegó hasta Luca lo miraba a los ojos siempre sonriéndole.  —Hola, nos volvemos a ver. — dijo antes de depositar un suave beso en su mejilla.  —Si, ya veo. —dijo Luca algo confundido ¿porque siempre le sonreía así?  —¿Se conocen? — preguntaron todos a la vez, sorprendidos.  —Si, bueno más o menos, lo conocí hoy en el orfanato, y déjenme decirles señores Bennett, que estoy muy orgullosa de su hijo, ese lugar es fantástico, ha hecho un muy buen trabajo. —Luca volvió a sonrojarse y Gabriella lo notó, como también notó que April no lo miraba mal, al contrario, tenía una gran sonrisa en su cara y sus ojos brillaban en verdad de admiración.  —Gracias señorita, usted es muy amable. —dijo algo tímido.  —April, Ap, pero no señorita, por lo menos no el trabajo, puede tutearme, claro si no le molesta a mi también me gustaría tratarlo de tú. —Luca sonrió y asintió.  Gabriella muy complacida hizo pasar a todos a la mesa, donde hablaban de muchos temas, Luca estaba al frente de April y ambos se miraban sonrientes.  —¿Te quedarás hoy cariño?— Preguntó Gabriella a su hijo.  April lo miró con súplica. Cosa que él no supo entender la mirada que le dio.  —Sí mamá, me quedaré.  April se sintió feliz, esa noche lo buscaría para charlar, quería que fueran muy buenos amigos y ella no paraba hasta conseguir lo que quería. 
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