Llegue a mi casa, la verdad estaba muy caliente, después de haber tocado semejante cuerpote, cerré mis ojos recordando lo que lo acaricie lo que sentí , camine hasta el cuarto escondido y buscando encontré un vibrador y me dije «Bueno a sacarle jugo a la concha, con ganas no me quedo» Me acosté en la cama imaginando a Albert montando encima mio besándome, abrazándome, diciéndome palabras de amor como siempre lo hace, ese vibrador me tenia loca de placer parecía como si mi grandote estuviera tan excitado y me embistiera con fuerza y rápido mierda que tuve mi orgasmo con unos ricos espasmos —Albert te extraño carajo, firmaste esos papeles de mierda sabiendo que debo acostarme con otro, no quiero pero tú lo sabías, su deseo tan ferviente es que sea su Dominatrix, pero mi mente voy a tener