Albert vino a la cama me ayudo a desnudarme y ni siquiera me dio tiempo de acomodarme y ya estaba subido encima mio besándome ahogándome a punta de besos, mi cuerpito me dolía con su peso pero que mierda así quería sentirlo ya dos días sin tocarlo carajo, esa bendita lengua lujuriosa recorriendo mi boca su rico aliento a menta después sus besos fueron a mi pecho y a mis pezones agarre la almohada para no gemir muy fuerte por si acaso.
Ay Dios que rico sentía mierda lo hacía más que otras veces, mi cuerpo reaccionaba a sus caricias tenía toda mi piel erizada excitada y creo que Él debe sentir lo mismo dos días sin sentirme, quite la almohada para mirarlo y allí estaba besando ya la mitad de mi torso gimiendo como solo Albert lo hace sus manos magullaban mis senos muy despacio.
Beso mi pub
