Roma miró a la mujer frente a él, incomodo, esto se venía repitiendo hace mucho tiempo. —Te lo digo, algo debe haber mal contigo... —ya te respondí a eso romina, no tengo pareja, no tengo hijos. — entonces naciste estéril o es algo psicológico, no hay nada mal con tu cuerpo, solo no hay peces nadando en esa pecera. —deja las analogías. —Roma, necesito que entiendas, antes me caías bien así que era más fácil, o menos difícil, pero ahora te lo digo, alguna de las personas con las que dormiste tuvo un hijo o te marco, tu no podrás emparejarte con nadie más aparte de esa persona, lo sabias desde el inicio. Roma se puso de pie, camino en la oficina de la doctora que también había sido su amiga durante mucho tiempo, incluso antes de viajar. —con esto menos me aceptará... —cubrió su