Baltazar llego al apartamento y por primera vez en su vida, la puerta estaba cerrada. Suspiro, seguramente su jefe había estado lloriqueando todo el día anterior para que el doctor se quedara a su lado, ya lo conoce, siempre que se marea por el desequilibrio hormonal y la desestabilizacion de la feromona, comienza a emborracharse con facilidad, aprovecha que su cuerpo se adormece para sufrir por su amor no correspondido. Soltó la manija de la puerta pero cuando estaba por voltearse, el pestillo se retiro y la puerta abrió. Aran tenía una mano en el pomo y con la otra fregaba sus ojos para dispersar el sueño, pestañeó rápido un par de veces y miró a baltazar. -doc... El señor... -esta dormido... ¿Hay café para preparar? -baltazar sonrió avergonzado, había que admitirlo, su jefe ti