Fiona siempre anhelo cosas que eran de otros, para empezar su hermana siempre fue más hermosa, ella fue omega mientras Fiona solo una mujer común que nunca presentó un segundo género por lo que solo podía conformarse con un hombre de rango común como ella. Beta.
En su mente, por supuesto.
Y no, nadie menosprecio jamás a Fiona, en su lugar las personas destacaban sus logros como propios, cuando lograba sus metas las hacían valer tanto como si hubiera ganado un trofeo. Para ella esto simbolizaba humillación y lastima, mientras su familia lo valoraba como tal.
Dicen que la mente es tu peor enemigo, fiona sufría cada instante por no estar conforme consigo misma, por no tener lo que su familia, en palabras de ella “le negó” al ser la única sin un segundo género.
Su obsesión no fue en va
