Collin… Estaba en la empresa cuando Dorian apareció y me miró serio. –Señor Fritz –titubeo –. Su padre… está aquí. No le dio tiempo de terminar porque enseguida la puerta volvió a abrirse mostrando a mi padre, detrás, de todos los lugares que podía aparecer tenía que venir justo a la empresa. –He esperado suficiente y puedo ver que no estás ocupado –señaló. –Sí, estoy trabajando –contesté señalando la computadora. Él me ignoró y miró a Dorian. –Vete a trabajar –le ordenó, Dorian obedeció y salió de la oficina, no quiero que nadie vea como es, espero que se vaya pronto. –¿Qué pasa, papá? –Quiero saber, ¿cómo vas con Irina? –dudó –. Ya volvió a la casa. –Aammm… estamos en eso. –¡Eso significa que no! –gritó –. Es tu esposa, Collin, no puedes ser tan inútil que no puedes