Jason… Cuando llegué a la cocina solo miré a Gabriela se encontraba ahí, Tefy no estaba por ninguna parte, eso me pareció extraño. –¿Y Tefy? –dudé. –Hoy sábado –me recordó –. Tiene clases de natación hasta las once de la mañana. –Es verdad. Se me quedó viendo, luego se dio la vuelta y siguió con lo suyo en la cocina. –¿Qué? –pregunté, no la podía ver, pero sabía que estaba sonriendo. –Nada. –Por favor, nunca es nada –bufé. –Ya que insiste, creo que debería hablar con la señorita Irina y podría invitarla a salir está noche, yo cuidaré a Tefy toda la noche, se lo debo por entrar tan inoportunamente ayer. –No voy a invitar a salir a Irina. –Es porque no le gusta, cierto. La miré y estaba sonriendo, solo se burla de mí, ni siquiera yo sé lo que me pasó ayer, ella estab