Capítulo 4 - Bailey

954 Words
Estoy sentada en el jardín bebiendo mi café matutino, con mi portátil abierto, navegando desesperadamente por las ofertas de trabajo, cuando escucho un gruñido profundo a mi izquierda, lo que me hace girar la cabeza para mirar. Miles estaba apoyando su cabeza en la cerca del jardín de al lado, mirando nuestro jardín trasero, donde yo estaba sentada. Observándome intensamente, la expresión en su rostro era de puro disgusto... No tenía ni idea de cuánto tiempo había estado allí, o qué lo había enfurecido hasta el punto de gruñir, pero me había hecho saltar. —Maldita sea, Miles —espeté, lanzándole una mirada oscura. Lo había hecho bien la semana pasada desde que llegué y me mantuve fuera de su camino. Logré asegurarme de evitar todos los eventos de la manada, y asegurarme de esquivar cualquier lugar donde probablemente estuviera. Sí, eso significaba que pasaba mucho tiempo en mi habitación en casa, pero prefería hacer eso que tener que lidiar con él. Hoy, el sol era glorioso, y pensé que sería agradable tomar mi desayuno afuera mientras buscaba trabajos en línea. Sentada en los muebles del patio que tenemos en el jardín trasero, bajo el calor del sol de la mañana, mi café era agradable, hasta que este idiota me molestó. Negué con la cabeza en su dirección, preguntándome por qué se había acercado sigilosamente a mí. Tenía muchos más lugares donde podría estar... —¿A quién crees que estás maldiciendo? —gruñó Miles. —Al tipo raro que hizo exactamente eso. Se acercó sigilosamente a mí de la nada sin ninguna razón —Puse los ojos en blanco con disgusto, solo para ver que esto parecía enfurecerlo aún más. Aunque, creo que cualquier cosa que hiciera enfurecería a Miles. Parecía tener un serio resentimiento hacia mí en este momento, pero ¿debería realmente esperar algo menos? —Voy a ir allí y lidiar contigo, Bailey —silbó. —¿Lidiar conmigo? —Cuestioné su elección de palabras—. ¿Lidiar conmigo cómo? Me pediste que me mantuviera fuera de tu camino. Eso es lo que estoy haciendo. —¿Qué estás haciendo? —Eligió ignorar mis palabras y miró la pantalla de mi portátil en su lugar, así que lentamente cerré la pantalla, para que no pudiera ver. No quiero que sepa que estoy solicitando trabajo fuera del área. No me sorprendería que intentara evitar que eso suceda. Parece estar siendo deliberadamente desagradable últimamente, así que realmente no sé a qué nivel llegaría para ser desagradable conmigo… —Nada que te incumba. —Soy tu Alfa. Así que, todo lo que sucede en mi manada es asunto mío —Me dice con una mueca. Negué con la cabeza devolviéndole la mueca. —Hmm, no del todo Miles, no lo eres. Tu papá sigue siendo el Alfa, así que no te adelantes. Una mirada de enojo volvió a cruzar su rostro. Sus rasgos atractivos se contorsionaron de furia. No le gustaba que la gente no estuviera de acuerdo con él. Pero no iba a permitir que me dictara... —Solo porque una vez fuiste mi compañera no te da derecho a hablarme como te plazca, ¿sabes? —gruñe Miles. —¿Ella es tu compañera? —pregunta una voz, haciendo que ambos giremos la cabeza, solo para ver el rostro inesperado del hermano menor de Miles, Ellis. Miro a Miles con desesperación ahora, mi corazón latiendo en mi pecho y mis palmas sudorosas. Preguntándome qué diablos planeaba hacer ahora que el secreto que habíamos mantenido entre nosotros durante tanto tiempo se había revelado... ¿cómo es que ninguno de los dos lo oyó venir? —No, ella no lo es. Ella me rechazó —dijo Miles fríamente, mirándome como desafiándome a contradecirlo. Espera... ¿estaba haciendo parecer que yo lo había rechazado? Miré a Miles con sorpresa, pero la mirada en sus ojos era como si me desafiara a discutir. —¿Rechazaste a tu Alfa? ¿Qué clase de tonta eres tú? —preguntó Ellis mientras me miraba de arriba abajo como si fuera un pedazo de basura. Lamentablemente, una mirada a la que ya estoy más que acostumbrada—. ¿Mamá y papá lo saben? Miles niega con la cabeza. —No. Tampoco quiero que lo sepan. Les preocuparía demasiado, Els, por favor no digas nada. Bailey y yo nunca fuimos una buena pareja, así que quizás ella tomó la decisión correcta. ¿Por favor, por mí? —Miles le suplica a su hermano, y parte de mí se pregunta si está preocupado por lo que haría su familia si se enteraran de su decisión de ir en contra de la Diosa de la Luna. Como Alfa, esto era casi inaudito. Culparme a mí era cobarde. Pero, si eso es lo que quiere hacer, entonces que lo haga. ‘Ni siquiera pienses en decir algo diferente.’ La voz de Miles reverbera en mi mente por el enlace. ‘O aprenderás a lamentarlo. Ese título que tanto amas podría ser destruido fácilmente.’ Consideré las palabras de Miles, y lo triste es que no las dudo. No me sorprendería que encontrara la manera de hacer que me quitaran el título. Tenerme atrapada dentro de nuestra manada. Pronto sería Alfa, y él sería quien podría dictar lo que hiciera... Tenía poca opción más que hacer lo que él pedía. Sin embargo, sentía la ira corriendo por mis venas... Levanté mi portátil y me levanté de mi asiento. —Te hablaré como quiera, Miles. Cuando pareces pensar que puedes tratarme como quieras —Y con eso me alejé de los dos hermanos, ambos mirándome, alejándome sorprendidos. Sé que me arrepentiría de lo que acabo de decir, pero realmente ya no me importaba…
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