Sigo encontrando mis ojos posándose en la chica que de repente ha aparecido en nuestra manada. Qué irritante era. Haciéndome esperar hasta una hora ridícula de la noche para permitirle entrar en la manada, y luego trayendo a su padre con ella para discutir por ella. Pero, hay algo diferente en ella… Ya no era la chica tímida que recuerdo de la fiesta a la que mi tío me la presentó. No es que le prestara mucha atención en ese entonces tampoco. Estaba más apurado por irme, tanto como ahora para ser justo… pero, ella parece diferente ahora, estoy seguro de ello. Esta joven parece estar dando tanto como recibe. Y, aún más extraño, es que a Zion parece gustarle la picardía que ocasionalmente sale en su ocasional sarcasmo, le hace reír. Ya no lo hace muy a menudo. Aunque, en verdad, debería es