Saliendo de mi oficina por la noche, planeando ir al gimnasio, a pesar de que casi era medianoche, escuché pasos delante de mí, y no pude evitar preguntarme quién estaría en la casa de la manada a esa hora de la noche. La casa de la manada siempre está abandonada aproximadamente una hora después de que termina la cena, con todos regresando a sus hogares por la noche. Y el lugar se convierte en mi escondite solitario. Un lugar donde soy libre de deambular en la oscuridad y el silencio. Sin preocuparme por nadie más. Aunque, esta noche, trabajé un poco más tarde de lo habitual ya que había una acumulación de papeleo con Caleb teniendo que quedarse con Eden y cuidarla. Ella realmente estaba teniendo dificultades con este embarazo. Estaba pensando que este bebé no tardaría mucho en decidir ha