Mi vida

1031 Words
Kareena era una joven de 16 años que vivía con sus padres, los Duques de Winterfors, ella se encargaba de muchas labores de su hogar, ayudaba a su madre con la limpieza, preparación de la comida, ella sabía lo que tenía que saber toda joven Lady, pero la vida les había cambiado drásticamente desde que su hermano mayor se había hecho un apostador, su padre pagaba por su problema de juego, las deudas cada vez eran más grandes, pero él sería el sucesor quien se quedaría con el Ducado, era el heredero, su padre estaba segado de orgullo por su hijo, sin darse cuenta perdió casi todo, solo tenían el título, pero ya no contaban con la servidumbre mínima, Kareena tenía que hacerse cargo de cosas para las que estaban destinadas varias sirvientas, pero ella amaba a su familia, así que eso no le molestaba. -Su madre la cuidaba mucho, ella se preocupaba por el futuro de su hija, el duque Winterfors había sido muy claro, casaría a Kareena con un buen partido para que los ayudará a salir de ese problema de dinero. Kareena era una chica que nunca se quejaba, al contrario a veces abusaban, sobre todo su hermano mayor ya que pensaba que ella era su sirvienta personal, ya que su padre siempre había dejado claro que el sería el heredero del título. -Hija sabes que estoy considerando encontrar esposo para ti. Tu eres joven pero quiero que estés con un buen hombre, he visto las propuestas de varios hombres, hasta ahora la mejor es la del Duque Sebastián. -Padre pero el es un hombre muy mayor, yo.... -Tú tienes que hacer lo mejor para la familia, a caso no quieres ayudar. -Lo siento padre, haré lo que me pidas. Era horrible pensar en la idea de estar con un hombre tan anciano como el duque Sebastián, pero Kareena tenía que hacer lo que su padre le ordenara, ella no quería que él sufriera por su culpa. - Puedes retirarte. - Permiso padre. Kareena salió del despacho de su padre con los ojos llorosos, pero no fue hasta que llegó a su habitación que comenzó a llorar amargamente, ella no podía imaginar compartir la vida con el duque Sebastián, era una idea espantosa, pero tendría que complacer a su padre. Kareena se quedó dormida esa noche, tan triste, tan frágil, tan sola, ella a pesar de ayudar con las labores de la casa, parecía nunca tener complacido a su padre. Había llegado una invitación a un baile, el Rey buscaba esposa, en realidad el duque Winterfors había creído que su hija no podría ser elegida por el Rey Donovan, pero podría ser una buena idea asistir por si algún hombre con mayor riqueza que el duque Sebastián se interesara en Kareena. Al conocer la noticia de que asistirían a un baile, Kareena se puso feliz, podría ir a conocer el Palacio, ver como era un baile en la gran sala, ella se emocionó pues su padre les mando comprar las mejores ropas, claro que su presupuesto permitiera. kareena estaba recolectando algunos huevos de las gallinas, de pronto William llegó hasta donde ella estaba. -Entonces por tu culpa no se ha servido el desayuno, eres una inútil buena para nada, será un martirio para padre encontrar algún hombre que quiera casarse contigo. -Por lo menos yo ayudo, tu ni siquiera ayudas en ninguna labor, y das problemas a padre. -Silencio! Si no quieres que te de unos azotes mocosa ingrata. Pero ya se que el Duque Sebastián será el elegido al parecer, ese viejo será quien lidie contigo, jaja. Kareena se estremeció al pensar en el hombre. Su hermano era muy cruel, pero tenia razón, ese hombre parecía ser el elegido para casarse con ella. Pasaron los días y llegó el día del baile, Kareena se estaba arreglando junto con su madre, ambas eran muy hermosas, Kareena había heredado los rasgos de su madre y el cabello oscuro de su padre, a diferencia de William que tenia el cabello Rubio de su madre, y los rasgos del señor James Winterfors, todos estuvieron listos, el señor Winterfors tenia la esperanza de que su hijo también se casará y formará una familia con alguna mujer hija de algún hombre importante. -Vamos, Kareena por favor comportaos. Hija, si vez al duque Sebastián, se amable con él. -Entendí padre, así lo haré. Al llegar al Palacio, todo era tan hermoso, se veía el detalle de tantas decoraciones, Kareena no conocía al Rey en persona, pero pensó que infortunada la mujer que elija el, pues se decía que era un mal hombre, castigaba severamente a quien lo desobedeciera, era insensible al sufrimiento, pensó ella sería un martirio vivir con alguien así, que no tenga compasión no sea amable con los demás. Al llegar la familia fue anunciada Kareena eligió un vestido color dorado, con hermosos brillantes, su madre le había obsequiado un hermoso collar reliquia de su familia, que le quedaba hermoso parecía que lo habían mandado a hacer para la ocasión. En el lugar había mujeres mayores que Kareena, ella apenas tenía 16 años, era una niña a diferencia de las mujeres casaderas. Kareena probó todos los postres que había, era una delicia todo, un joven la invitó a bailar y ella aceptó, aquello era un baile para conocer personas así que no lo vio mal. Pero de pronto su padre le hizo una señal, que se acercará a donde el estaba. Su padre estaba al lado de el duque Sebastián, Kareena sólo de verlo se sentía mal, no se imaginaba llegar a besar a ese hombre de ser su marido. -Dime padre. -Mira querida, quiero que conozcas al duque Sebastián. -Un placer Duque. Y ella hizo una reverencia. - Mi querida jovencita, es usted más hermosa de lo que me imaginaba, es todo un placer para mi conocerla. El hombre tomó la palma de Kareena y la beso. Ella sintió asco por ese hombre, era un viejo porque no se conseguía alguien de su edad pensó ella. Kareena estuvo ahí parada por un rato escuchando la conversación de su padre y el duque, ella quería salir de ahí sentía que se ahogaba.
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