Los hermanos Alilovic, luego de tomar lo que querían de la chica pasaron sus lenguas por la herida haciendo que sicatrizara.
—¿Que quieres hacer hermanito?—le pregunta su Alice, mientras limpia sus labios.
—Vamos a esperar a nuestro padre y hermana mayor, en la entrada de la mansión cerca de la limosina, ví que su portero también se ve muy apetitoso—responde Armand.
—Bien, pero ahora es mi turno de hipnotizar, siempre te absorbes lo más dulce primero y me dejas las sobras—le reclama Alice.
—¿De que hablas? aquí sabes muy bien que no podemos actuar como en Clastervania, papá nos prohíbe matar, solo podemos comer lo básico por persona, desde que se desmayan debemos parar, sino le arrancaremos la vida—dice su gemelo.
—Si, ¡ya deja el drama suenas a papá!—le grita Alice.
Ambos hermanos s
