CAPITULO 28
LUCIANA
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Mi corazón estaba roto, sentía un gran vacío embargando mi alma, Camila llevaba 10 horas desaparecida, no era fácil mirar a mi madre y mi hermanita llorar desconsoladas por pensar la peor de las circunstancias esa que rondaba en mi cabeza de forma fugaz, aun sentía esperanza de encontrarla con vida, escuchar su contagiosa risa, abrazarla y sentir ese olor inigualable a manzanilla que emanaba de su lacia cabellera castaña. Los hermanos ayudaban a Sebas por lo que todos estaban seguros que de cualquier manera cami apare
