Ya me encontraba frente a la puerta de aquella habitación donde me vi con él la primera vez, las piernas me temblaban al igual que las manos. Mire a cada lado del pasillo para ver si no había nadie, al comprobar que estaba totalmente solo, abrí mi bolso y saque la máscara y me la coloque, con manos temblorosa toque a la puerta.
Después de unos segundos el abrió la puerta, se encontraba descalzo, sin camisa y solo llevaba un pantalón suelto que caía por sus cadera y dejaba ver parte del elástico de su bóxer su rostro estaba cubierto, pero igual pude ver sus ojos llenos de lujuria.
Di un paso hacia él y todo mi miedo se fue, al verlo sonreír. No pude evitarlo y salte a sus brazos uniendo su boca con la mía, en un beso que decía lo mucho que lo había extrañado y cuanto lo deseaba.
Lleve mi
