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VIENTIANE, LAOS - OCTUBRE 1967
A pesar de su mezcla de traficantes de opio corsos, jugadores profesionales, señores de la guerra, milicias, traficantes de armas y espías de la CIA, Vientiane tenía una atmósfera mucho más relajada que Hong Kong, pensó Gorila para sí mismo. Era una ciudad donde la "observación de personas" era la norma y un código de reglas no escrito gobernaba a las muchas personalidades dispares para que no se desbordaran a la violencia. Era una ciudad donde los buenos modales asiáticos se desarrollaban en un entorno colonial francés, y parecía funcionar perfectamente.
Gorila y Trench caminaron por las concurridas calles laterales en su camino hacia la reunión. Se habían detenido a tomar una cerveza rápida en el bar del Hotel Constellation una hora antes, en parte
