8 Menos de veinticuatro horas después y Gorila estaba listo para ver si se le había permitido, aunque temporalmente, estar dentro del campamento del enemigo. Había sido contactado por Trench ese mismo día y le dijo que lo encontrara esa noche en el restaurante de su hotel, el elegante Mandarin Oriental en Connaught Road. Aparentemente Trench, o Janner, o como se llamara a sí mismo en estos días obviamente confiaba lo suficiente como para concertar una reunión en su base mientras estaba en Hong Kong. Gorila tomó eso como una buena señal. En el momento en que Gorila salió de su habitación escuálida en el quinto piso y en el igualmente deteriorado pasillo del hotel, supo que algo no estaba del todo bien. El corredor, sin bastión de pasarelas bien iluminadas en el mejor de los momentos, e