prologo
Desde que tengo 6 años siempre he admirado a una persona, esa persona es mi hermano, él era mayor por 10 años, él era futuro heredero de la corona de mis padres, siempre lo veía alistándose con una emoción al saber que él será el próximo gobernante, aunque para tener el poder de la corona se tenía que cumplir una regla importante, era el casarse con una mujer del mismo estatus social.
A mi hermano no le agradaba la idea porque no quería comprometerse, pero cuando él cumplió los 18 años, mis papás le obligaban a tener citas con chicas de los reinos vecinos, eran unas chicas muy huecas... bueno eso era lo que él me decía, hasta que un día como cualquier otro, apareció una señora con cara de enojada, pero su presencia intimidaba, era una señora con los labios rojos, ojos azules, pelos rubios, acompañada de una chica era como ver la versión joven de la señora, se acercan a mi padre y con una reverencia dicen
—su majestad es un honor el estar reunidos hoy
Mi padre no dijo ni una palabra y se limitó a dar una pequeña reverencia con la cabeza, la señora habló de nuevo y dijo
— he cumplido con mi promesa espero que ahora usted cumpla la suya, le entrego a mi querida hija, como futura acompañante de su hijo
Mi papá y esa mujer había hecho tratos para que nuestro reino y el reino de ella prosperen en paz, ayudándose dando suministros al pueblo. Por eso la mujer exigía que su hija y mi hermano se casen para que los dos pueblos se unan y vivieran en armonía Quien diría que ese sería el inicio de un infierno.