Ver entrar a Gabriel fue una alegría y tranquilidad, realmente me siento protegida y querida. Después de hablar con él, saber que mi nena y él están aquí me siento tranquila, en paz por lo que caigo en un profundo sueño. Me despierto, y me encuentro sola, ¿porque estoy sola? Si no lo quiero estar ¿Dónde está Gabriel, y mi hija?, trato de levantarme pero mi cuerpo no reacciona, la puerta se abre y lo veo, ¿pero qué hace aquí?, quiero que se vaya. —¿Pensaste que te ibas a librar de mi? ¡Pues déjame decirte que si no eres mía no serás de nadie!. De la nada saca un cuchillo, y yo estoy muerta de miedo. —¡No me hagas nada vete, por favor!. —¡Claro que me iré, pero cuando acabé lo que vengo hacer!.. — pasa el cuchillo por mi pierna y empieza a cortarme y yo grito del dolor —Aaahhh déjame