Capítulo 8: Lo conseguí

1483 Words
No voy a dejar que mi familia busque traicionarme, mi papá va a entender qué es lo que debe suceder. Empezó a llenar la tina de la ducha, precisamente quiero ser masoquista con agua bien helada, sumergí mi cuerpo y solo cierro mis ojos. Todo el mundo me estorba y si alguien me quiere interrumpir, únicamente los aceptaré si vienen con Robert. Mi cuerpo empieza a temblar y siento que ni los labios los puedo mover, solo escucho como tocaban la puerta, de repente siento como me jalan hacia afuera, mis ojos lentamente se van cerrando involuntariamente por la debilidad que tengo. No comprendo qué me pasó, pero cuando abro mis ojos estoy sobre la cama envuelta en un par de tendidos, con un inmenso frío que me hace sentir más miserable. —Ustedes no entienden que lo que menos necesito es una compañía —grito muy fuerte, no me interesa quien tenga que ofender. —No tienes que tratarnos así hija, soy tu mamá y precisamente la única que se preocupa por ti ¿Tanto merece Robert para que sufras? Porque el dolor te lo estás buscando tú misma, así que deja de fingir que es la vida. —Mi mamá me mira a los ojos. —¿Estás queriendo decir que yo me hago la víctima? Tú no sabes lo mucho que yo amo a Robert, por eso te voy a suplicar para que me ayudes. —Mis ojos solo demuestran desespero, ya siento que las soluciones se me están acabando. —Jamás diría eso hija, tú solamente cálmate no me gusta que te alteres tanto —ella dice, pero no sabe cómo las cosas cambiarán, así que no daré más vueltas y empezaré. —Mejor vete al lado de mi papá, quiero estar sola en verdad lo necesito —habló pausadamente, simulando estar muy tranquila, no obstante, sé que ninguno de ellos dos me cree. —Voy a darte un espacio, tal vez mis consejos no funcionan cuando tienes la cabeza caliente. Xiomara, existen demasiados hombres, los cuales si te pueden hacer vivir como una reina. —Ella me señala hacia la calle, no sabe que a los demás hombres los ignoro, porque el único que tiene todas las cualidades completas es Robert. —Es lo mejor que puedes hacer, por fin dices algo inteligente. —Blanqueo mis ojos. —No me trates de esa manera que soy tu madre, yo no pienso dejarte sola porque siempre estás en mi corazón, ahora quiero que duermas de verdad que lo necesitas. —Ella sale de mi recámara, nada hizo de hecho para que me sirve una mamá así. Analizo todo lo que tengo acá, algo debe servir para lastimarme, tal vez de esa manera si puedo calmar un poco mi dolor. Me encuentro una cuchilla, sé que el filo es bastante, lo que termina por hacerlo completamente perfecto. Rozo con ese objeto mi cuerpo precisamente me enfoco en mis brazos, cada herida que me estoy haciendo me hace sentir mejor. Estas son las gotas de sangre que más placer me darán, porque son las que me van hacer recordar que debo seguir, pero con Robert. Camino hacia el espejo, no existe ni una sola palabra bonita que me pueda decir yo misma, por el contrario, solo me imagino a Alison, ella con su cuerpo tan ideal me hace sentir como la mujer más fea. Levanto mi brazo y lo tropiezo contra el espejo dejando una gran mancha. Comienzo a llorar a gritos, emito los más sufridos de todos y llegan de inmediato mis papás, ellos tienen su cabeza agachada y solo se fijan en el desastre que provoque, llegan hacia mí prácticamente corriendo —Agárrala —dice mi mamá precisamente dirigiéndose hacia mi papá, pero ahora no estoy viendo con claridad. Empiezo a sentir miedo de perder la vida, sin embargo, haré lo necesario porque todo se acomode. —Ella está haciendo todo esto por tu culpa, si no fueras una mamá tan permisiva. —Mi papá aprieta el brazo de mi mamá, por las expresiones de ella se nota que la está lastimando. —¡Tu mejor suéltala! —exclamó directamente para él. —No te metas que tú todavía eres una niña, absolutamente nada sabes de la vida, mira nada más las tonterías que haces por ese idiota. —Él pegó su cabeza contra la mía. —Ni porque me obligues dejaré de hacer mis bobadas, porque sí la vida me está obligando a quedarme soltera, pues solo dolor me traerá porque sonreír no lo volveré a hacer. —Abrazo a mi mamá, no me gusta que sufra tanto por culpa de mi papá. —Claro consuela tu a ella porque como las dos son igualitas —él habla con bastante sarcasmo. —Obviamente lo voy a hacer, porque ella algún día estuvo como yo, pero mira que aquí están juntos. Aunque tú no permitas que yo esté con Robert, prácticamente con él voy a repetir la misma historia de ustedes dos —digo y de inmediato me coloco a llorar, porque es lo que debo hacer. —Yo no soy un fracasado como lo es Robert así que esconde tus pendejos comentarios. Xiomara yo te amo, eres mi hija, pero en lo único que te puedo ayudar será llevarte a un buen médico para que te quiten todas esas locuras —él habla. —Todo puede estar en tus manos, si es que quieres seguirme viendo a tu lado —expresó, ni modo que con decirle esto no despierte, porque es lo que debería hacer. —Para nada tiene que ser así, Xiomara ya me está cansando esto —mi papá responde, tal parece que para nada me ha entendido. —Sí Robert no vuelve a ser mi novio, soy capaz de hacer algo peor que esto. —Mis labios tiemblan, ya que en parte tengo mucho miedo. —Mejor deja de jugar —mi papá se ríe, pero sé muy bien que para mi mamá el panorama mío no le es indiferente. —¿No te das cuenta que nuestra hija está sufriendo? Por esta vez deberíamos hacer algo de lo que ella quiere, por lo menos para que mejore su ánimo, recuerda que somos sus padres y Xiomara aún tiene mucho por vivir, donde ubicará las cosas que verdaderamente le van a funcionar. —Ella me acaricia la mano, me gusta que sepa hacia dónde estar. —Gracias mamá tú sí te preocupas por mí —digo, quiero que mi papá piense, pero que no se tarde toda la vida haciéndolo es mejor que sea unos cuantos segundos y ya. —Los dos nos angustiamos por ti, cambia esa actitud conmigo te escucho haber, porque, aunque esto me parece una inmadurez si me está preocupando. —Mi papá se sienta al frente mío. —Quiero que le digas a Robert que debe volver conmigo, no me interesa lo que tengas que hacer papá, pero hazlo ya mismo. —Estoy exigiendo, es lo que me merezco por ser su única heredera. —No me pongas en esa situación, sabes que él no es para ti —dice mi papá, pero esas palabras le van a durar muy poco tiempo. —Me la paso pensando en cómo está él, para que tú me digas eso, en verdad tú no me conoces para nada papá, estar sin Robert me puede matar mucho más que estar con él. —Me siento perdida y no me hallaré, hasta gritarle a él que lo amo como siempre lo hago. —Me estás chantajeando, porque entonces para tenerte bien tengo que aguantarme a él idiota ese, sabes que no conseguirás nada de mi parte Xiomara. —Mi papá sale nuevamente con sus cosas, las más patéticas que puedo conocer. —Precisamente eso es lo que vas a hacer papá. —me voy directamente hacia el baño, ellos me siguen tratando de detenerme, estoy buscando algo para hacerme más heridas porque con las del corazón no me es suficiente. —Eres lo mejor que tengo en la vida, tú vas a volver con Robert yo me encargaré de que eso pase. —Mi papá se marcha y me deja sola con mi mamá. Ahora sí empiezo a sentir que está empezando la magia de todo lo maravilloso que me va a llegar en la vida, dentro de poco seré la esposa de Robert y él no tendrá ojos para otra mujer, nuestro futuro será el más emocionante de todos. —Tenías que hacer todo eso hija. Yo espero que no te vayas a arrepentir, que no estés equivocada porque las razones para continuar con Robert pueden estar terminándose, siempre no puedes estar triste y de paso hacer infeliz a el hombre que tú amas. —Ella se va, de pronto le da miedo escuchar mi respuesta, sabe que soy mucho más fuerte que ella.
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