CAPÍTULO 16

934 Words
EBBA FISCHER -¡Me vas a decir en este puto momento dónde estas, Ebba!- el tono de Federico me hace sobresaltar. Aparto el aparato de mi oído y me muevo un poco queriendo tener privacidad. Matteo me observa con cara de pocos amigos. No sé a dónde se fue la felicidad de la que tanto se jacta. -como te lo dije Fede. Sabes que tengo una Tía. Ella está muy enferma y me dijo que si le podía hacer compañía. ¡Por Dios, es una mujer enferma cariño!- digo lo último para tratar de controlar a la bestia. Aunque, ciertamente aún me pregunto qué hago aquí. Solo sé que Matteo irrumpió en mi habitación manifestando que su capo me solicitaba. Al principio pensé que era en su oficina o en alguna parte de la mansión, pero todo dio un giro inesperado cuando me subió a una limusina gigante. No me dio dirección o sitio de encuentro. Ahora me encuentro aquí. Tratando de inventarle una excusa a Federico sobre mi pronta desaparición que solo Dios y el capo de la mafia Italiana saben. -Regina, entiendo pero habría preferido que me dijeras cuando estuviera en casa- su tono se relaja y siento que respiro igual. -La próxima vez la visitaremos juntos. Lo prometo- suspira. -está bien. Mantenme informado- alejo el aparato y me encuentro con la sonrisa de Matteo que bebe un trago y espabila creo que por lo fuerte. Aliso mi vestido de encaje blanco y mi sombrero grande estilo Pamela, con un lazo en el medio del mismo color. Mis zapatos tienen ese mismo elemento en la parte de atrás. -claro- cuelgo. -Se debe ser muy astuta para jugar con dos hombres de la mafia- toma una aceituna pasándola por su nariz. Trato de poner una expresión neutra. -yo no juego a nada- me cruzo de piernas. Enderezo la espalda y delicadamente coloco las manos en el regazo. -y yo soy carnicero- mueve la cabeza. Se forma un silencio en el auto pero este es cortado con las palabras del subjefe de la mafia Italiana. -Te voy a dar un consejo- se cruza de piernas soltando el botón de su chaqueta. -no lo necesito- -aun así te lo daré- espeta -sabes perfectamente lo que significa este viaje y cual es tu propósito- repara mi aspecto e imagino las ideas que pasan por su cabeza. -ciertamente no las se-sonríe. -servirle s/xualmente a mi capo. Haz lo que tengas que hacer y luego cásate de una puta vez con Federico y desaparezcan de Chicago. No busques problemas donde ya los hay. Santino y Federico se desean la muerte y sé perfectamente que Santino no dudaría en matarlo, pero por ahora le es útil. Lo que me lleva al punto. No hagas que se maten también por un coño que ciertamente ambos han usado- sus palabras son firmes y no denotan una pizca de gracia. El odio entre ambos primos es evidente pero el que quieran matarse es algo completamente absurdo. No estamos hablando de personas normales, Ebba. Trato de hacer que sus palabras no me afecten pero lo hacen. Matteo puede ser un hombre con un carisma indiscutible pero cuando lanza una amenaza lo hace de manera directa. Yo soy el foco de dicho conflicto. -entonces ¿Me estás afirmando que no le soy indiferente a tu capo? Eso me da una ventaja- Matteo se inclina y lo tengo tan cerca que prácticamente respiro su colonia. Mueve su mano intentando tocar mi barbilla pero se detiene en el último segundo. Sus manos se presionan y es como si quisieran romper algo en este preciso momento. Como un cuello, por ejemplo. -puedes pensar lo que quieras, pero yo no soy Santino, Ebba. Yo si te metiera un tiro en la cabeza- toma un mechón de mi cabello. -Y odiaría que tu ropita blanca se ensucie por algo tan insignificante- el auto se detiene y se aleja saliendo primero. En mi cabeza retumban sus palabras y no logro ocultar el miedo que recorre mi cuerpo. Si me salvo de Santino, dudo que lo haga de Matteo. Cuando mi puerta es abierta tomo la mano del hombre que lanzó una amenaza fuerte y clara. Lentamente conecto un toque y susurro solo para nosotros dos. -Mira quien busca a quien- me alejo fijándome en Santino que se quita unos lentes oscuros y es la primera vez que no lo veo con su habitual traje de mafioso de mierda. No, todo lo contrario. Lleva unos pantalones caqui y viste un suéter de lana a su medida que le marcan los músculos. El recuerdo de aquel desliz pasa por mi cabeza. No soy estúpida para no saber que mi v****a es la que va a disfrutar de todo el viaje. Este viaje solo tiene tres propósitos. Lujuria, S/xo y Placer. Me acerco a mi capo y me planto frente sintiendo la necesidad de.. -Bela señ..- mi mano conecta una bofetada que le voltea el rostro logrando que la comisura de sus labios se curven hacia arriba. -Maldito hijo de…- no me deja concluir porque choca nuestros labios en un beso cargado de hambre, y no se inmuta en querer demostrarles a sus hombres lo que ocurre entre ambos. Su brazo presiona mi espalda pegándome mucho más a su pecho. Me pierdo en el sabor de su lengua y en sensación placentera de su tacto. Rompe el beso pero solo para dejar un par más. Acaricia mi mejilla. -che il gioco abbia inizio, Ebba- Traducción che il gioco abbia inizio= que comience el juego Regina= reina
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD