CAPÍTULO 12

1239 Words
EBBA FISCHER. Muevo la cuchara de mi plato de un lado a otro. Los acontecimientos de esa anoche pasan como un rayo y chocan con mi cuerpo en cuestión de segundos. ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Cómo dejé que ese maldito idiota tocara mi cuerpo? ¡Yo se lo permití! Deberían mandarme a la horca por tal crimen. Mayor fue mi miedo cuando Federico entró poco después de que se fuera Santino. Estuve a nada de explicar como terminé entre las garras de su primo. -no tienes apetito regina- toca mi mano. Detengo el juego de picar la fruta. -al parecer, no- sonrío levemente. Paso la vista por la silla de Santino. Vacío. El mayordomo solo me dijo que su señor tuvo un viaje de imprevisto. Ya han pasado tres días. Y aun sigues recordando Ebba como el maldito te negó un orgasmo. Debería darme una bofetada. -qué te parece si sales de compras. Te he visto muy aburrida últimamente. Chicago tiene unas bonitas tiendas de ropa- Aun Federico sigue creyendo que soy alguien superficial. Me gusta la ropa. No voy a negarlo, pero aquello no es algo que me saque del aburrimiento. -suena bien Fede- bebo un poco de jugo. Mi mañana transcurre con normalidad. Paso por las tiendas sin comprar nada. Todo es bonito, pero no me siento de ánimos para comprar. Me siento en una de las banquetas que hay. Suspiro algo cansada. Las cosas con Santino van de mal en peor. No me quiero doblegar ante ese hombre pero su mero toque me pone a sus pies. Tal vez mi sequía en cuanto al sexo es que me tiene así. Federico no me ha tocado como mujer, aun. Pero se que en un futuro voy a tener que entregarme en cuerpo y alma. No me desagrada una vida a su lado. No se vale que me deje atrapar por su primo. Aunque mi cuerpo añore su tacto, no debo caer. Es que Santino Lewis me tiene completamente mal. Fue mi primer, todo. Mi primer beso Mi primera caricia Mi primer hombre Y también fue el hombre que me traicionó. Observo de reojo a los hombres que me han estado siguiendo todo este tiempo. Hombres de Federico. Ciertamente ya estoy acostumbrada a ellos, pero creí que eso iba a parar en Francia. Al parecer no es así. Me levanto ingresando a una tienda de lencería y por el vidrio de la puerta puedo ver como se detienen. Idiotas. Ya que estoy aquí creo que es momento de llenar mi closet con algo de lencería. La tienda está llena de mujeres. Me voy a la sección de atrás buscando entre las perchas algo que sea de mi completo agrado. Tomo un conjunto de encaje en color blanco. Sabiendo que lo voy a comprar no me lo pruebo y es así como mi cesta se va llenando poco a poco. Creo que esto sería todo. Como lo imaginé, sigo aburrida. Estoy por salir de la sección. pero una lencería en color n*gro llama mi atención. Lo que parece ser un conjunto de dos piezas. Me acerco tocando la tela completamente transparente con patrones. La parte de abajo tiene una especie de tiras que imagino van en ambas piernas. El interior es igual de transparente y me ruborizo ante este pedazo de tela. Es un color que nunca usaría en una prenda íntima, pero sé que en mi cuerpo quedaría simplemente perfecto. Una idea loca pasa por mi mente y me debato en ir o no a los probadores. Si la usas la compras Ebba. Muerdo mi labio inferior. No tengo nada que perder. -me probaré este- la mujer de la tienda asiente y me dirige a los probadores. Las personas que estaban en los pasillos han desaparecido como por arte de magia. Tal vez son ideas mías. Me quito la ropa y la dejo pulcramente a un lado. Empiezo a ponerme el pedazo de tela de arriba y con solo ver que casi no cubre mi pecho me ruborizo. Estas loca Ebba, completamente loca. Mi ropa interior es siempre blanca. Cuando ajusto la tira en mi muslo me observo en el espejo y… ¿Esta soy yo? Me volteo observando mi trasero donde la tela se ha perdido completamente. No dejo de enamorarme de mi misma. Esto solo grita sexo por donde se vea. Llevo una mano a mi cuello. Cierro los ojos dejando que este se deslice hasta mi adolorido pezón. Un recuerdo vago me viene a la mente. Un cosquilleo leve en mi entrepierna me hace expulsar un aire pesado. Tengo tantas ganas de.. Contrólate Ebba. Deja esas hormonas para las adolescentes cachondas. -tengo que irme, solo estoy pensando estupideces- Tomo mi ropa. Las luces se apagan de golpe dejando todo en completa oscuridad. Pero que.. Intento tomar mis otras prendas pero ambas son arrebatadas de mis manos. Dios que está pasando. Las luces vuelven y lo que veo me hace temblar en cuestión de segundos. -tú- -Sei la cosa più erotica che i miei occhi abbiano mai visto. Una fantasia sessuale.- trago grueso. El hombre de mis malditas pesadillas y deseos yace recostado en su sillón observando de arriba abajo. Sus pupilas están dilatadas como un lobo acechando a su presa. -¡que haces aquí!, como..- se lleva los dedos a los labios poniéndose de pie. Con cada paso que da retrocedo tres, pero no hay donde huir. -Ebba- su tono grueso y varonil me excita en cuestión de segundos. -vete- se planta frente a mí deslizando una mano a mi cabello y colocándolo en la nariz. Mueve la cabeza negando. -es así como me recibes después de tanto tiempo sin vernos- desliza un dedo por mi mejilla. Cierro los ojos por instinto. -¿me extrañaste?- su aliento golpea mi boca y me pierdo en el olor de su fragancia corporal. No respondo, pero eso no le quita que coloque sus manos en mi cintura y presione levemente. Retengo el jadeo que estoy por expulsar. -te extrañé principessa. Me hacía falta el olor de tu cuerpo, la suavidad de tu piel- su mano se desliza en mi trasero y estruja de forma brusca. Expulso un jadeo más fuerte. Su otra manos se desliza por mi espalda en un recorrido pausado. -no sabias que..- mi boca golpea la suya en un beso cargado de hambre y necesidad por el capo de la mafia Italiana. Se que es una estupidez pero su toque me.. Santino carga mi cuerpo estampándolo en la pared a un costado del espejo. Sus manos se deslizan por mi cuerpo y presionan fuerte logrando que un gemido escape de mis labios. -Ebba..- escuchar mi nombre en su boca me lleva rodear sus brazos y abrir mi boca para recibir la lengua que se adentra a mi cavidad bucal y danza frenéticamente. Revuelvo su cabello y jadeo cuando su entrepierna choca con mi manojo de nervios que está completamente húmedo. -¿vas a recibir mi polla Ebba?- chupa mi labio y me levanta con sus brazos hasta colocar su boca por encima de mi brasier de encaje. Empieza a morder y juro que si caigo lo arrastro conmigo… PALABRAS EMPLEADAS Sei la cosa più erotica che i miei occhi abbiano mai visto. Una fantasia sessuale.: Eres la cosa más erótica que mis ojos jamás hayan visto. Una fantasía s****l. principessa princesa
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