Abigail “Oh vamos, Abigail. La única manera de hacer más amigos aquí es ir a algún lugar a conocer gente”, dijo Jimena Gilmore. “Veo mucha gente aquí”, respondí. Jimena descansó su barbilla en su mano y me miró fijamente. “Pensé que era testaruda. Entonces te conocí.” Una risa burbujeó mientras la miraba desde el otro lado del mostrador. “Vamos, no podría competir contigo” Jimena puso los ojos en blanco y suspiró. “Ven a cenar conmigo. No te matará, y puede que hasta te diviertas”, dijo. “Bien. Iré.” Realmente no tenía una razón para no ir, aparte de que tendía a ser una persona “introvertida” por defecto. Jimena era la única otra mujer que trabajaba conmigo. Ella era una bombera muy buena y podía defenderse de todos los muchachos. Eso era algo que admiraba de ella. Al principio me h