Kathy y Alice solían salir juntas de la oficina cada cierto tiempo, salvo que fuera porque una de ellas tuviera reunión semanal en su congregación o por alguna salida especial. Lo último era la situación de esta noche; la más diminuta de las dos amigas tenía una salida especial.
- ¿Hoy si va a dedicarte tiempo tu amiguito?
- Suenas celosa de que te reemplace, brujita...-, suelta Alice entre risitas burlonas.
- No estoy celosa, Alice, más bien, molesta-, dice Kathy con tono de voz alicaída... - Es que me preocupa que andes tomando cosas serias de una manera tan relajada, ¿Y si te terminas dañando?
Alice le esquivó la mirada pues sabía que cuando Kathy la llamaba por su nombre era porque estaba hablando seriamente.
- No creo, Katherine- dice la joven de manera tajante, además Derek está
