Tanto Katherine como Narnia estaban ansiosas de que llegaran las cinco de la tarde, les emocionaba la idea de irse de playa a sabrá Dios dónde. La flaca estaba llena de expectativas con la idea de irse a tomar el sol a cualquier parte del mundo, se imaginaba que Derek las llevaría a Miami en su jet privado, y le pasaba revista mental a lo que tenía para la ocasión, en cambio la pequeñita se estaba volviendo loca por no saber qué ponerse, y llena de vergüenza se acercó a su colega para externarle sus nervios. — Kathy... — ¿Sí, Narnia? — Yo no voy con ustedes. — ¿Por qué no vas con nosotros? — No tengo qué ponerme. — Vamos y allá resolvemos. Mientras ellas discutían el caso de que si Narnia iba o no iba, Alexander estuvo tratando de escuchar la conversación de ambas a una distancia p