Para evitar otro enfrentamiento como el que había tenido un par de semanas atrás, y mientras recibía el apartamento en el que se mudaría, Scott y Alice se veían de forma esporádica en el apartamento de ella. — Mañana recibo mi nuevo apartamento. —¡Qué bien! ¿Y cuál elegiste? — El que está a dos cuadras de la empresa. — Cerca del centro de la ciudad y de tu empleo... ¡Bien hecho! — Todo es cuestión de ubicación... Lo malo es que George quiere ir a dar su visto bueno. — ¿Y qué tiene de malo? — Que mi plan no es que sea una guarida cavernícola. Realmente tengo otros planes. Eso estaba empezando a sonar a compromiso para Alice. Ya llevaban saliendo un poco más de dos semanas, además de que él sentía demasiada necesidad de compartir todo lo que hacía con ella, y ella se esmeraba al máx