Capítulo nueve

1215 Words
Llegamos al fraccionamiento donde viviré los próximos días, el chofer pregunta que a casa llegaremos primero, si a la de ellos o a la mía, dejo que los Kehlet decidan y es Eloisa quien dice que nos deje a todos en su casa, lo que me desconcierta un poco, pero no digo nada, al llegar todos bajamos nuestras maletas, pero no tengo idea de que hacer, ni si quiera conozco donde viviré y no puedo llamar a Oliver, debido a que él llegará a la ciudad la próxima semana. Damien pronuncia mi nombre al ver que no me he movido de mi lugar cuando ya todos han avanzado casi para llegar a la puerta, los sigo y es él quien la abre, enciende las luces y pide que sus hijos y yo entremos primero, lo hago intentando entender lo que ocurre. Me quedo sin moverme de pie en la sala, esperando a que alguien me dé una explicación de lo que sucede, pero se encuentran muy concentrados en terminar de acomodarse y encender la calefacción porque hace un terrible frío. —¿Podrían decirme cual es mi casa? —susurro muriéndome de pena. Siento como todos me miran sin entender lo que acabo de pronunciar, lo que no ayuda en que se me quite lo cohibida que me siento. —Cariño, ¿Marc no te dijo que vivirás algunas semanas con nosotros porque ocurrió un problema con tu casa? Siento como pierdo el equilibrio y estoy por caerme, pero Sena logra sostenerme para evitar que me dé un gran golpe, los miro asustada, tratando de entenderlo, que yo recuerde, Oliver nunca mencionó nada, pero con tanto pensarlo, tomo mi celular para meterme a revisar en mis correos electrónicos, encuentro uno de mi representante que no he abierto, lo hago y comienzo a leer, al parecer si me notificó pero por un correo, entiendo la razón de porque lo hizo, si él me hubiera dicho en vivo, me hubiera negado ya que me daría vergüenza vivir en el mismo lugar que mi cantante favorito. —Al parecer si lo hizo y no me di cuenta —hablo señalando el móvil y rogando al universo que me trague la tierra. Eloisa me sonríe intentando que me tranquilice. —Alissa ¿puedes ir a mostrarle su habitación a Courtney? —pregunta su madre dejando el bolso en un sillón. —Claro. Me hace una señal de que la siga, no sé si subir de una vez mis cosas o esperar, lo que me lleva a quedarme estática, reacciono cuando Sean me dice que él me ayuda a subirlas, agradezco y ahora sí, empiezo a seguir a la chica. Al llegar al segundo piso, veo una fotografía familiar, donde se encuentran todos sonriendo alegres a la cámara, intentando que no se vea tan obvio, le hecho un vistazo rápido a Sean, es algo vieja la foto, ya que allí el chico aun trae brackets. —Mi hermano es horrendo, lo sé —bromea Alissa colocándose a mi lado. —¿Perdón? Si yo fuera horrendo, tú también lo fueras —dice el chico riéndose, ambas nos volteamos para verlo y me dirijo a ayudarlo con una maleta, me la entrega y los tres vamos a mi nueva habitación. Alissa coloca su mano en el picaporte, lo gira haciendo que la puerta se abra y me muestre una increíble habitación. Hay una inmensa ventana que muestra un hermoso paisaje y en seguida se encuentra la cama que me grita que me acueste, el suelo está tapizado de una alfombra color beige que se ve extremadamente suave, el tocador se encuentra en una esquina de la habitación, hay un televisor pegado a la pared dando directo hacia la cama y, por último, hay un baño solo para mí. Todo es tan perfecto. —Me encanta— digo emocionada caminando de un lugar a otro por la recámara. Los hermanos me sonríen satisfecho de que me guste, Sean deja la otra maleta que traía y se retira junto con Alissa para dejarme sola. Con internet ya disponible en mi móvil, me acuesto en mi cama y le envío un mensaje a mi amiga, notificándole que ya me encuentro en Ontario. No espero nada, cuando recibo una llamada de ella por facetime, antes de contestar me coloco los audífonos y lo primero que escucho es un gran grito de su parte. Duramos bastante tiempo platicando, le conté todo con muchísimo detalle y cuidando que no se me pasara por alto alguna cosa, Raven gritaba con todo lo que le decía, pero cuando mencioné que voy a vivir con Sean, fue cuando me dejó sorda. Al colgar la llamada con ella, le marqué a mi mamá para platicarle todo lo que ha sucedido, del mismo modo que lo hice con mi amiga, nada más terminar de hablar, me cambio de ropa y me dispongo a dormir porque ya no aguanto el cansancio. Alguien se encuentra tocando mi puerta y a causa de eso despierto, murmuro que pueden pasar, escucho como la puerta se abre, pero sigo sin inmutarme y con el cobertor cubriendo todo mi cuerpo. —Courtney, dice mi mamá que si quieres desayunar—avisa Alissa y es cuando entiendo donde me encuentro. —Tengo sueño —murmuro y escucho su pequeña risa. —Ya casi es medio día y tienes que ir con Sean a un lugar —informa, le digo que en unos minutos bajo y cuando escucho como ya no está presenta, me quito la cobija y empiezo a rogar para que mi cabello no se encuentre hecho un desastre completo. Entro al baño para lavarme el rostro al igual que los dientes, al verme la cabellera, me doy cuenta que debo darme una ducha antes de bajar porque no hay manera que deje de parecer un nido de pájaros. Al estar presentable bajo al primer piso donde me encuentro a Sean viendo la televisión junto a su hermana, su padre está sentado en el comedor con un periódico y por último la mamá se encuentra desayunando, en cuanto me ve, sonríe y hace una seña para que me acerque a comer. Voy con ella, me señala la cocina y dice que me sirva con toda la confianza, le agradezco, lo hago y tomo asiento a frente a ella, segundos después, Sean también se sienta, pero a un lado de mí. —Courtney ¿quieres ir a dar un paseo por la ciudad? —pregunta el chico, haciendo que casi me ahogue con el jugo de naranja. Afirmo con la cabeza, sin poder decir que si de forma verbal, me levanto, lavo los platos y ambos vamos a la sala. Él toma asiento posando su vista en lo que se reproduce en el televisor, con la curiosidad corriendo por mi cuerpo, hago lo mismo que Sean para averiguar qué es lo que llama tanto su atención. —En serio si te gusta Harry Potter —digo emocionada viendo la película, él se gira a verme. —Claro que sí, ¿a ti te gusta? —Amo Harry Potter... —¿Después de todo este tiempo? —Soy interrumpida por Kehlet que me mira esperanzado a que conteste de forma correcta —Siempre. Me da la sonrisa más grande que le haya visto. •••••• SÍGUEME EN i********: PARA DUDAS O COMENTARIOS: @sujeybooks
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