Greco
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Estas últimas dos semanas han sido agotadoras, más cuando tengo que lidiar con gente tan idiota
—Siéntate— le indico al hombre que acaba de llegar, puedo ver el pánico en su mirada y de alguna forma esto me devuelve a la vida, el tipo se queda petrificado frente a mí, entonces uno de mis hombres lo toma por los hombros y lo obliga a sentarse.
—Lo siento señor, le prometo que tendré el dinero para el...— comienza a hablar con la voz entrecortada.
—Shhh... — lo callo
—No quiero tus excusas Billy, quiero mi dinero— Le digo manteniendo aún la poca paciencia que me queda, el tipo no sabe hacia donde mirar, veo en sus ojos intenciones de querer salir corriendo, pero intentar escapar sería aún más estúpido, teniendo en cuenta que detrás de él hay cuatro de mis hombres.
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