Capitulo 3

1376 Words
Mi corazón late desbocado al escuchar los pasos de mi hermano acercándose. De repente, Chris me suelta, y caigo en la cama como un tronco. —¡Oye!— le reclamo, pero él me tapa la boca. —Cállate— me susurra al oído. Su voz tiembla, claramente nervioso. —¡I.N.!— se escucha gritar a Lee Know. Chris y yo nos miramos, esperando a ver qué pasa. La tensión en el aire es palpable. De pronto, alguien golpea la puerta con fuerza. —¡Te estoy hablando! ¿No me escuchas? — grita Lee Know, dirigiéndose a mi hermano y por el sonido de su voz, parece que se acerca a mi habitación. —¡Cállate! Vengo a buscar a mi hermana— responde Jeongin. —¡Areum! — grita Lee Know, imitando a mi hermano. Casi puedo asegurar que esta pateando la puerta ligeramente como cuando le da sus ataques de hiperactividad. Creo que lo mejor es abrirles la puerta para evitar más escándalos, porque a este paso tendré a todos los demás chicos en mi habitación. Intento incorporarme para abrir la puerta, pero Chris, que casi está sobre mí, no me deja moverse. —¡Quítate! — lo empujo con fuerza, tanta que termina rebotando contra la mesita de noche, derrapando todo a su paso. Procede a agarrarse el codo, la espalda y la cadera con expresión de dolor. Se lo merece, se lo pedí por las buenas. Lo dejo hacer su drama y me dirijo a la puerta. I.N. entra como una tormenta, con el rostro de quien espera encontrar algo fuera de lugar. —¿Qué quieren? — le pregunto a Lee Know, cruzando los brazos en señal reprobatorio por su alboroto. —Venimos a invitarlos a beber— contesta, haciendo un gesto como si estuviera bebiendo de una copa invisible. —Claro que sí— respondo rápidamente, sonriendo, eso me cambia el ánimo rápidamente. Amo beber. Además, los chicos son muy buenos y divertidos al beber, seria un desperdicio no ir. —Tú no— me corta I.N., sin rodeos, lo cual corta la sonrisa en mi rostro. Lo miro, sorprendida y algo indignada. —¿Por qué? — me agarro el pecho, como si me hubiera herido. Para mi sorpresa, I.N. no parece nada contento. Eso me hace sentir aún más nerviosa y herida, y un sentimiento de vergüenza se apodera de mí. En mi interior reverbera el ansia de preguntarle qué pasa, qué le molesta, pero me frena la idea de que termine metiéndose en algo relacionado con Chris. No quiero que se arme una discusión. Mi hermano y yo siempre hemos sido unidos y amorosos, y él ama a todos los chicos, no quiero pasar por esta situación. Aunque una vocecita en mi cabeza me dice: “¡Areaum, esto no pasaría si en primer lugar no le hubieras coqueteado y besado a su amigo y líder!” Touché. Pero en mi propia defensa contra mí misma, él empezó, asi que compartimos culpas. —Porque somos solo chicos. No te verías bien— responde tajante Jeongin, trayéndome de vuelta al aquí y al ahora. Lee Know y Chris parecen tan sorprendidos como yo. ¿Desde cuándo le ha importado tanto eso? Desde los 15 años los conozco. Parece que los chicos no quieren meterse en una pelea de hermanos, menos cuando el hermano mayor está regañando a la menor. Los característicos ojos alargados como de zorro ahora me parecen tan molestos. Justo cuando iba a protestar, todos los demás chicos llegan de golpe a mi cuarto. No puedo evitar poner los ojos en blanco, exasperada. Conozco a mi hermano, y sé que cuando pone esa cara, es porque está hablando en serio. —¿Qué ambiente tan tenso es este? — rompe el hielo Hyunjin, mirando a todos como si no tuviera idea de lo que pasa. —Venimos a buscar a los chicos para beber unos tragos, pero I.N. está regañando a Areum— se encoge de hombros Lee Know, restándole importancia. —¿Cuál era el regalo sorpresa? — me pregunta mi hermano, ignorando por completo a los demás. Abro los ojos, sorprendida. ¿Qué le voy a decir? No puedo echarme atrás ahora. Chris da un paso hacia adelante, dispuesto a intervenir. —Jeongin— dice, colocando una mano sobre su hombro, denotando seguridad, pero al mismo tiempo parece que está tocando un animal salvaje que no sabe cuándo puede atacar— no todo en esta vida debe ser material. ¿Qué va a decir este infeliz? “Nada material, por eso besuquee a tu hermana” imito su voz en mi cabeza. Siento cómo empiezo a hiperventilar. —Realmente, Areum no me iba a regalar nada, solo la estaba molestando un poco. Realmente quería que me obsequiara un dibujo. ¿Un dibujo? Frunzo el ceño. ¿De qué está hablando? —El que hiciste cuando tenías 19 años— explica mirándome. Ah. Caigo en el entendimiento. Ese dibujo. Fue uno que hice durante un curso de arte, inspirado en los cuadros de Hyunjin. En uno de los ejercicios, dibujé a Chris, tomando como referencia una foto suya en un solo de un concierto. Y, claro, Chris estaba sin camisa. —Está bien, con la condición de que todos salgan de mi habitación. No quiero que estén presumiendo la gran noche que van a pasar— refunfuño molesta, haciendo el gesto con las manos de barrerlos de mi habitación. Todos se ríen y uno por uno se despiden de mí, revoloteando mi cabello como si fuera una niña. A veces, ser la más joven es un dolor en el culo. —Ni honoríficos ni reverencias nos haces — dice Lee Know negando con la cabeza fingiendo indignación — Abunda la falta de respeto. No puedo evitar reir. —Cállate — le pego en un hombro — no puedo respetar a alguien que toca como loco mi puerta. Él solo pone los ojos en blanco en broma y se va. Cuando todos se van, incluyendo a mi hermano, que es literalmente arrastrado escaleras abajo por los chicos, Chris y yo nos quedamos solos. Empiezo a buscar el dibujo en la repisa que está encima de mí. Cuando finalmente encuentro mi cuaderno de bocetos, lo bajo con cuidado. Retrocedo un paso, pero siento su presencia pegada a mí, tan cerca que mi cuerpo se tensa. Él rodea mis brazos con los suyos hasta que sus manos se posan sobre las mías. Ver las venas de sus brazos y sus músculos definidos evocan en mí sensaciones nuevas. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Sin apartarse de mí, toma el boceto y empieza a buscar el dibujo. De repente, su boca se acerca a mi oído. El aroma de su perfume invade mis sentidos. —Areum, dime— me susurra con voz suave— ¿qué pensabas cuando dibujabas esto? Siento sus labios dejando un rastro etéreo por mi cuello. Mi cuerpo me traiciona y, sin darme cuenta, me acerco más a él. Echo la cabeza hacia atrás, recargándome en su hombro, dándole más acceso. —No lo sé— respondo, mi mente está nublada. No sé qué decir. —¿Nunca quisiste más que solo el papel? — susurra cerca de mi boca, su aliento cálido en mi piel. Me giro ligeramente para mirarlo, y me encuentro con sus ojos, que me miran con un deseo profundo. Mi cuerpo reacciona antes que mi mente, y me acerco para besarle... —¡Chris! ¡Ya nos tenemos que ir! — grita desde abajo Felix, interrumpiendo el momento. Ambos hacemos una mueca de frustración, pero al mismo tiempo nos reímos, cual niños al ser atrapados en su travesura. Chris suelta el boceto y yo me giro completamente hacia él. —Tengo que irme, pero por favor, no olvides mi regalo. Déjalo en mi habitación cuando yo regrese— dice, y me da un beso fugaz. No alcanzo a decir nada más y se marcha. Lo veo desaparecer por la puerta y me cuestiono a mi misma mi buen juicio. Él pretende besarme cuando quiera, ¡Si será atrevido! Me quedo parada en el mismo lugar tocando de manera inconsciente mis labios, mientras sopeso la visita a su habitación.
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