Hayden Graham —He revisado nuevamente los documentos que me han facilitado de las bodegas en La Toscana —el nuevo abogado encargado del caso de mi padre, deja la serie de documentos sobre mi mesa, aprieto la mandíbula a la vez de que llevo una mano hasta mi cabello, no me gustaba ver la forma en que el hombre fruncía el ceño, era como si no me traía buenas noticias—, Hayden, debes de considerar la idea de que tal vez tu padre sí sea culpable de lo que se le está acusando, he tratado de abrir el caso otra vez, pero han puesto una contrademanda, tienen pruebas de que tu padre ha hecho tratos con una organización que se está tratando de desmantelar, una que se ha encargado del lavado de dinero y distribución de drogas a países latinoamericanos desde hace muchos años atrás, tienen copia de al