No tengo idea de cuánto tiempo dormí, pero me desperté al girar y encontrarme con alguien acostado a mi lado. Me tranquilicé cuando supe que era Lara. Estaba dormida y completamente desnuda. La abracé y besé su frente, la chica abrió los ojos al instante. ―Era cierto que no tenés sueño profundo, ―le dije, somnolienta. ―Vos fuiste la boluda en creerlo, pero no te imaginás cómo me calenté cuando lo hiciste por primera vez. ―Lo que no te voy a perdonar es todo ese teatro que me hiciste la vez que te “despertaste”. ―Eso es para que aprendas a no jugar conmigo. ―Me dio un besito en los labios―. Además me gusta actuar, algún día debería anotarme en una escuela de teatro. ―Sí que deberías, tenés mucho talento para el drama. ―Recordé lo que ella había hecho justo antes de irme a dormir―. ¿Cóm