Unas semanas después de que Kemal me rescató del mar todo seguía como si nada hubiese pasado, él me llamaba casi todos los días para saber como había amanecido, si desayuné, si comí o incluso si cené, este si es el hombre que quiero para mi vida, pero lamentablemente estoy atada a una vida y un hombre muy complicado, no he tenido el valor de decirle que estoy casada y muy mal casada, tengo miedo que cuando le cuente la verdad de mi vida este salga corriendo y me abandone como todos ya lo han hecho, mientras suspiraba por ese hombre hermoso de corazón, alguien tocó a mi puerta, aún me encontraba en la oficina, tenía mucho trabajo retrasado, y no quería llegar a casa, últimamente el bufete es mi refugio Toc, toc… —Holaaa… — —Si no me equivoco quien está parada en mi puerta es algui