¿FUE EL DESTINO?

CAPITULO 16

No sabia que le pasaba a Hoseok, quería saber por qué había dicho eso ¿Era una mala broma verdad? ¡Tenia que se una broma!, no sabia si salir corriendo de ahí y simplemente rezaba por que la tierra se abriera y me tragara en esos momentos, los chicos nos miraban esperando una respuesta, pero yo sabia que decir, realmente no me salía ni una sola palabra.

- ¿Qué es lo que les sorprende? ¿Qué me guste Tae Eul o que estemos saliendo? -Dijo Hoseok, muy serio.

- Las dos cosas… -Dijo muy relajado Suga.

- ¿Cómo paso todo? -En ese momento hablo con Nam.

- Tae Eul ¿Es verdad lo que dice hyung J hope? -La voz de Jung Kook me saco del transe en el que estaba sumida.

- ¿Por qué no me crees? -Le dijo Hoseok.

- Quiero que ella me conteste -No sabía que decir, había dicho que enfrentaría cualquier cosa por él, que lo cuidaría de todo, pero no pensé que fuera a ser tan rápido, apenas me estaba acostumbrando a tener sentimientos por alguien, quería mucho conservar mi trabajo, tenia una lucha interna que sentía que me estaba acabando.

- ¿Tae Eul?

- ¿Eh? -Jung Kook volvió a llamarme.

- Estamos esperando una respuesta -Dijo Tae.

- ¡Realmente no sé que decir! -Di un suspiro.

- Pues… la verdad ¿Cómo se dieron las cosas entre ustedes? Porque recuerdo muy bien, que ni nos querías hablar, nos alejabas cada vez que tratábamos de acercarnos a ti -Realmente Jimin no estaba siendo de mucha ayuda, tenia que decir la verdad, no me gustaba mentir, así que tenia que llenarme de valor y decirles todo, sino, jamás nos dejarían en paz.

- ¡Bueno! Si es verdad lo que dijo Hoseok, nos gustamos y estamos saliendo, no les puedo decir como paso ni cuando, porque ni yo misma lo sé, simplemente sucedió así, yo lo quiero mucho, no puedo prometerles que no lo lastimaré porque seria mentirles, pero intentaré cuidarlo y hacerlo feliz, no soy muy buena en esto de las relaciones humanas, como se han podido dar cuenta, pero realmente me gusta mucho Hoseok, y a ustedes también les estoy tomando cariño, quería mantener esto como un secreto, porque necesito mi trabajo, y no quiero darles un escandalo a ustedes, pero al parecer Hoseok no piensa lo mismo… y sus celos le ganaron a su razón -Lo mire y le di una mirada asesina, él solo alzó los hombros y estiró sus labios.

- Buenos, nos alegramos por ustedes chicos, los apoyaremos en todo, así que pueden contar con nosotros siempre, Tae Eul ahora que es novia de nuestro sol la cuidaremos como a una de nosotros -Mientras Jin hablaba, yo quería matar a Hoseok, solo estaba esperando el momento que nos dejaran a solas.

- ¡Quiero pedirles un favor! -Les dije antes de que todos se levantaran de la mesa, ya habíamos terminado la conversación.

- ¿Qué seria? -Pregunto Suga.

- ¡Por favor que nadie sepa esto! Quiero mantenerlo esta relación en secreto, ya les he dicho por que…

- ¡No te preocupes! No diremos nada -Dijo Nam, para así todos irse a descansar, no pude hablar en ese momento como Hoseok, pero sabía que llegaría a mi habitación.

Me quise dar una ducha, había sido un día largo, a pesar de que se habían enterado los chicos de lo mío con Hoseok, no me sentía tan impaciente, antes me había gustado mucho lo que habían dicho, ahora tenia amigos, ahora tenia hermanos, me sentía como si tuviera una familia, esa que nunca pude tener, y ahora que la tenía, la iba a defender con mi vida.

Sali de la ducha, y cuando abrí la puerta del baño ahí estaba él, Hoseok, sentado en la cama esperando por mí.

- ¡Por fin saliste! ¿Por qué te demoraste tanto? -Lo miré fijamente y fui a donde él.

- ¿Quieres morir? -Me le tiré encima para darle una lección, pero él tenia mas fuerza que yo así que, se movía muy rápido.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento! Solo sentí celos de lo que los chicos dijeron, no quiero que piensen que haces buena pareja con nadie, solo quiero que piensen eso conmigo.

- ¿Por eso tenias que decirlo?

- ¡Si! Eres mía -En eso, Hoseok quedo encima mío, nos quedamos mirando fijamente, él me tenia las manos agarradas, se fue acercando poco a poco, mi corazón comenzó a latir rápido, sentí como todo mi cuerpo se tensó.

- ¿Qué haces? -Le pregunté.

- No quiero que mires a nadie más, no quiero que le sonrías a nadie más, no quiero que digan que haces buena pareja con otro, todo eso lo quiero solo para mi…

- ¡Si! Pero no tenias porque… -No me dejo terminar de hablar cuando juntos sus labios con los míos, este beso lo sentí diferente, era un beso cargado de deseo y mucha pasión, correspondí el beso, yo también deseaba estar así con él.

El beso fue subiendo de intensidad, yo solo tenia la bata de baño, y Hoseok, poco a poco fue desatando el nudo de la bata, solo parábamos a tomar aire y volvíamos a sumirnos en los besos, cuando ya desató el nudo, puso sus manos en mi abdomen, comenzó a acariciarlo, con pequeños círculos, fue subiendo la mano poco a poco hasta llegar a mis senos, los comenzó a toca, y en ese momento, en ese preciso momento se me vino el recuerdo de aquel hombre haciendo lo mismo, tocándome con sus sucias manos, mi mente me comenzó a jugar una mala pasada, los recuerdos comenzaron a llegar como ráfaga.

El asqueroso olor a alcohol de ese desgraciado, sus manos tocando mi pequeño cuerpo, la bastedad de sus besos, cuando aun era una niña, todos mis miedos comenzaron a surgir, así que no pude aguantarlo mas y bruscamente quité a Hoseok de encima mío.

- ¡No! Quítate…

- ¿Qué paso? ¿Te hice daño? -Vi la mirada de preocupación en sus ojos, y simplemente mis lagrimas comenzaron a salir, no podía parar de llorar ¿Algún día iba a poder ser feliz? ¿Algún día iba a poder olvidar todo aquello que alguna vez me daño? ¿El recuerdo de ese bastardo me perseguiría toda mi vida? Realmente quería entregarme a Hoseok, pero por desgracia los sucios recuerdos de las asquerosas carias de aquel hombre empañaron el hermoso momento.

- ¡Lo siento! No puedo… ¡Perdóname! -Hoseok volvió acercase a mí, lentamente, me tomo el rostro con sus manos y me obligo a mirarlo.

- No pasa nada… si no se puede ahora lo entiendo, no tengo afán, te esperare todo el tiempo, hasta que te sientas preparada…

- ¡No! Tú no entiendes… yo si quería solo es que… -No podía seguir hablando, sentía un nudo en mi garganta, que no me permitía seguir hablando.

- ¡Ya te dije que no te preocupes!

- ¿Te puedes quedar conmigo esta noche? -No quería quedarme sola, quería por lo menos sentirlo a mi lado.

- ¡Si! Me encantaría.

Me cerré la bata, me levanté de la cama para buscar algo para ponerme y volverme acostar a su lado. Regresé, él estaba ya acostado, seguramente estaba tan cansado y sorprendido que se había quedado dormido, yo me acosté a su lado, lo miré por un rato, hasta que el sueño también se fue adueñando de mí.