Las náuseas matutinas de Lek cesaron a fines de septiembre y no comenzaron a notarse hasta noviembre. Sin embargo, incluso entonces solo sus amigos sabían que no se trataba solo de haber ganado unos kilos debido a su cambio de estilo de vida. Continuó trabajando duro y durante muchas horas, pero lo único que nadie pudo persuadirla fue que bebiera alcohol. A veces, cuando se sentía especialmente cansada, Beou la ponía en la silla del cajero ‘para entrenarla’, pero aparte de eso, no aceptaba concesiones por su condición.
Trabajó incluso en plena temporada alta, Navidad y Año Nuevo, aunque ya empezaba a verse un poco gordita, el médico la vigilaba y asistía a una clínica anti natal cada vez que se le requería. El embarazo de Lek estaba procediendo de acuerdo con el libro de reglas, excepto q
