Tom
Tardamos casi una hora en salir de la habitación ya bañados y vestidos, el rostro de Mary delata todo lo que estuvimos haciendo, aunque es más que obvio que Stuart y Maxwell se lo imaginan, sin embargo, no dirán nada al respecto. De hecho, los encontramos tirados en los muebles, uno jugando con el celular y el otro durmiendo o simulando estar dormido. Mary fue tan increíble e insaciable esta vez, pensé por un segundo que no iba a poder seguirle el ritmo, pero por suerte pude tomar el control de la situación y marcar el compás de cada movimiento y cada beso, ya lo hemos hecho muchas veces en la ducha, pero esta vez fue otro nivel, algo más allá de lo impensable, no sabía que la adrenalina podría ponerla de esa manera tan… deseosa.
―Disculpen por hacerlos esperar ―declara Mary con l
