Esto ya se está convirtiendo en un escándalo insoportable, jamás había sentido que mi mamá estuviera tan celosa de las decisiones de mi vida, es que eso es lo que parece. —¡Será que puedes aguantar! —le digo a mi mamá, me tiene ya con la cabeza caliente. —Cómo te parece que no Emma, ¿Qué estás escondiendo luego muchachita? Recuerdas que con las mamás no se tiene secretos, así que no me vayas a defraudar. —Ella va tirando la puerta hasta empujarme a mí, me acomodo para un lado. —Si quieres hacer tus deducciones pues bien por ti, pero yo necesito tranquilidad —le doy mi respuesta muy bajo cuando lo que deseo es gritar. —Estás bastante extraña, pero yo solo venía agradecerte, solo que al notar que tenías con candado me alerte, antes cuando vivías con nosotros no eras así. —Mi mamá se si