Adam se queda mirándome, lo único que sé es que debo ser bastante fría con él —Hola Emma, sigue no te quedes ahí como si nada, adentro está tu mamá y ella parece que ya está mucho mejor, creo que se le bajó la presión por eso era que hablaba un montón de babosadas, pero llegaste tú que la orientas mucho mejor que cualquiera. —Eso haré, permiso porque no tengo que esperar a que me den la bienvenida en mi propia casa. —Entro y me alcanzó a rozar con él, me dan ganas de volver, su piel está fría definitivamente que yo si me alcance a convencer de que le traspasaba amor. —Claro, si señora como mande —esa voz de Adam es más de burla. —Mamá, nos vamos ya mismo no entiendo por qué estás tan paranoica, esta no es una hora acorde para hacer visita y más en una casa ajena, no me vayas a decir q