Elizabeth Collins. —¡¿Cómo que no vas a ir?! —Ale vocifera dentro de la oficina. —No, Ale, esas fiestas no son para mí, además no tengo el atuendo adecuado para ese evento, allí habrá mucha gente importante y también la prensa —continúo ordenando los biblioratos bajo su atenta mirada. —Además toda la familia de Dante asistirá y lo que menos deseo es que me humillen en público nuevamente. Ya sabes cómo son Luisa y su mamá. Se planta a mi frente con los brazos cruzados mirándome con ojos achinados. —¿Es por eso o por no ver a Dante con la peli teñida esa? —me mira fijamente y sabe que no le puedo mentir. —Sí, también por eso, pero también por todo lo demás. —Lissy, ya no eres la misma jovencita de antes, ¿lo sabes verdad? —Asiento. —Han pasado 10 años, ellos ya no pueden seguir haciénd