Trilogía Seguridad K

Epílogo

 Meses después…

Eran las 8 de la mañana y Gael se dirigía a su oficina con una taza de café en la mano dirigiendo una mirada al reloj en su muñeca por quinta vez, hace solo unos minutos había llegado al trabajo y ya estaba ansioso por volver junto a su compañero, se había acostumbrado en tan solo a meses a su pareja más de lo que en algún momento  llego a pesar, sin embargo eso no suponía ninguna queja para él lo absoluto, solo exponía los hechos:

Simplemente había caído duro por el pequeño y sexy elfo… Y por sus besos

Aun podía recordad sus momento juntos como si hubiese ocurrido hace solo unos minutos, y realmente era así, es muy difícil de sacarlo de su cabeza y nadie podía culparlo

Tomo asiento detrás de su escritorio y se dispuso a hacer su trabajo sin poder olvidar a cierto duende y solo esperaba a que pasen rápido las horas para volver a tenerlo entre sus brazos,  no lo mal entiendan, también era el jefe y por lo tanto no podía descuidar la empresa por la que tanto habían trabajado él y sus hermanos, por mucho que  su puma se paseara de un lado a otro dentro de sus cabeza como si fuera un animal enjaulado que solo seria libre cuando este con su compañero

Gael entendía perfectamente al felino en su cabeza

Lee algunos expedientes logrando con mucho esfuerzo concentrarse pues  habían muchos más papeles que necesitaban de su entera atención, sabía que estaban en pleno siglo veintiuno y que la digitalización de documentos era un nuevo factor a tomar en cuenta sino querían quedar atrás en comparación a la competencia sin embargo es sabido que actualmente existen un nuevo montón de hackers que derriban los muros  criptográficos que protegen el “documento confidencial”, muchos de estos datos informáticos de nuestros clientes podrían ser hurtados, comprometiendo no solo a nuestros clientes sino también a “Seguridad k” como tal

Quizás el bolígrafo y un pedazo de papel habían pasado de moda para algunos, pero para nuestra empresa no era asi, era nuestro respaldo guardado bajo llave, sensores, alarmas  y demás, al igual que contábamos con un  buen equipo de ingenieros expertos en el tema de la informática para poder proteger a nuestros clientes

Después de todo, Seguridad K se encarga de proteger y cuidar de nuestros clientes, ya sean humanos o seres paranormales

No era cualquier cosa, y Gael y sus hermanos se lo tomaban muy en serio

Las horas pasan como si nada de un momento a otro y muy pronto se encuentra tomando su saco y dirigiéndose afuera, había sido un día bastante productivo y aun se encontraba ansioso por ver su compañero

Aunque fuera un solo pensamiento que dedicara a Dane ya se encontraba caliente como el infierno y yendo  a paso rápido hacia su auto

Después de cada encuentro sentía que no tenía suficiente  de su compañero

Jamás lo hacía a decir verdad

Salió del ascensor hacia el pasillo observando la gran instalación que constituye la empresa, casi pudo ver su reflejo en la pulcra porcelana, la mayoría de las oficinas se encontraban en el piso de arriba, en esta parte del la empresa no se escuchaban nada más que mis paso sobre la cerámica

Estoy justo por tomar la puerta que conduce al estacionamiento subterráneo y me detengo cuando un dulce aroma me envuelve y me  paraliza en mi sitio, mi cerebro aun intentando comprender el origen o si tan solo había sido algo producto de su imaginación

Imposible

Sin embargo no hizo falta pensar que ya se estaba volviendo loco pues al segundo vio un sexy par de orejas de duende que lo hacían perder la cabeza por momentos, un borrón de esas orejitas después y su compañero había saltado hacia sus brazos besándolo en el acto con tanta pasión, deseo y necesidad que sintió  su corazón  detenerse, estaba listo para follarlo aquí y ahora

¿Qué haces aquí hermoso? –Logro preguntar mientras Dane se apartaba solo un poco y se ferrada a sus anchos hombros como si fueran un salva vidas en el mar de la lujuria en los ojos de Gael

Sentía que podría ahogarse ahí mismo sin importar que

Estaba aburrido en casa y quería verte – Dane murmuro, sus ojos atento no dejaban de recorrerme de arriba hacia abajo

Gale se sentía bajo una inspección… Y le gustaba ser observado por su compañero, mas a un al ver el deseo en los ojos del duende como un reflejo del suyo

Últimamente observaba al pequeño duende cada día más caliente y con ganas de más, aparte de que siempre se deshacía de la despensa de Gael y más aun de sus galletas en un 2 x 3,  creía saber la razón de que este siempre tan caliente y su hambriento apetito lo tenían preocupado la mayor parte del tiempo pues no sabía a dónde se iba todo esa comida

A juzgar por las dos grandes esferas que sostenían sus manos ya sabía a qué se debía lo grande de estas y para nada se estaba quejando,  si sus sospechas eran ciertas quizás por primera vez en este tiempo juntos vería como su compañero patea sus bolas como si fueran canicas

¿Qué te parece si nos llevo a casa amor? – Murmure contra su cuello  disfrutando de la suavidad de su piel a cada segundo

¿Y qué estas esperando? – Respondió Dane con una media sonrisa en sus labios

Sin poder evitarlo Gael se rio hasta decir basta mientras y lo llevo en sus brazos al auto, las cosas habían cambiado tanto para él, definitivamente tenía mucho por lo que agradecer

Gael colocó a su compañero en el asiento del copiloto y justo cuando se inclinaba para  abrochar su cinturón Dane aprovechó para volver a saborear sus labios

Saqueó cada centímetro de su boca con su lengua provocando un ronroneo de su parte

Cuando el oxigeno empezó a ser necesario a más no poder y estando a solo centímetros de sus rostro Gael confirmo sus sospecha sintiendo una mezcla de orgullo y felicidad y así como miedo, mucho miedo al ver un pequeño aro morado alrededor de la pupila de su compañero, era muy delgada pero lo suficientemente gruesa como para lograr verse, aun más para seres paranormales como él, este indicaba que su compañero se encontraba embarazado, los embarazos de este tipo solo son posibles con los compañeros acoplados

Y él lo había olvidado

“Santa mierda… ” Pensó Gael mientras tomaba de vuelta los labios de Dane, desde luego tendría que contárselo al pequeño duende… Solo esperaba que la noticia cayera bien

Si, definitivamente tenía mucho por lo que agradecer, Dane había llegado a su vida llenando todo de color y alegría