Daniel había recorrido gran parte de Shervitown pero aún no había logrado encontrar a Carlos y los demás, llegó a pensar que tal vez se habían ido de la ciudad. Entre los hombres se escuchaban conversaciones de que un grupo armado los salvó y eran dirigido por Carlos y Raúl, algunos no llegaban a creer lo que decían, pues ambos se habían convertido en fugitivos. —Señor, hemos recuperado las zonas principales de la ciudad, pero Ciudadela aún no está bajo nuestro dominio —dijo uno de los oficiales al mando. —Descansaremos este fin de semana, mantén las calles patrulladas. —Señor, hay un reporte que Carlos fue visualizado por el centro. — ¿Por qué no lo han detenido? —Fueron los hombres que vinieron con usted y según me han dicho, no pueden arrestar al hombre que los salvó. —Yo he dado