Narra Victoria Johnson. Lunes, 30, julio, 3035. Miro el avión antes de subir, siento la mirada de Iván en mi nuca, después de la increíble pelea, porque así lo sentí yo en ese momento, no me ha dirigido la palabra como se lo ordene, solo habla si es sobre trabajo y me parece bien porque no tengo ganas de volver a dirigirle la palabra. Iván ya no es el niño que creí que era, cambió tanto gracias a su pérdida de memoria y vaya que si tenía razón Juliana cuando me dijo que no le comentara nada sobre el accidente, se nota irritado, perdido y fuera de sí, lo sé por cómo me trato al día después de la pelea. No mentiré que no me dolió lo que dijo porque de verdad que si lloré a moco suelto en el piso de Juliana que gracias a Dios vive un piso arriba del piso de Iván. — Abrochen sus cinturone