Inesperadamente, hace de mis labios, los suyos. El beso se profundiza al responderlo. Somos un manojo de erotismo, su lengua se adentra en mi boca súbitamente, la mía la recibe con gusto. Sus manos se posan a los lados de mi rostro profundizando más el beso. Estoy totalmente perdida y, me dejo llevar. Mis labios y los de él, ya son uno. Muerdo su labio inferior antes de separarme para tomar aire. Él me mira y nuestros jadeos se hacen notar. ─¿Me mordiste?─ Pregunta entre respiración. ─Morder...quedé con un poco de hambre, quizás─ le respondo con picardía. Él me sonríe seductor. ─Me encargaré de eso con gusto─ susurra en mis labios. Y vuelve a tomar mis labios con los suyos. Pasa su lengua por mis labios haciendo que me retuerza de placer ¡Le deseo!...Siento sus manos deslizarse por mi