Una semana después Atlanta Gabriela ¡Todo va a estar bien! Esas son las palabras que te repiten para calmarte, pero quién te lo dice no lo sabe con certeza, más bien es una manera de obligarse a pensarlo, aunque existe algo que ellos no saben, como realmente te sientes por dentro, solo tú tienes esa respuesta, porque la herida escuece y aun no cicatrizas, incluso escondes tu dolor, pero cuando menos lo esperas aparece alguien a descolocarte la vida, al comienzo tienes miedo y cuesta pensar que sea real, como yo, que me repetía que el amor no existe, pero mi esposo sigue demostrándome lo que siente por mí en cada paso que damos. Lo cierto es que desde esa noche que enfrenté mi pasado, sin esperarme Aron llegó al departamento con las palabras que necesitaba escuchar, sobre todo me pidió