GOLPE DE REALIDAD.

1030 Words
POV Andy Mi historia empezó cuando entré a 3º de Primaria. Tenía entonces alrededor de 7 años. Era el chico nuevo y al principio no tenía amigos, hasta que me junté con un grupo que principalmente eran niñas. Y por esa razón empezaron los insultos tan hirientes como: gay, marica, niña, etc. Al parecer nunca lograron aceptar mi decisión de que mis amigas fueran niñas. Con esos insultos continuos, consiguieron que mis 6 años de Primaria fueran horribles. Más tarde, en la Secundaria, los comentarios hirientes fueron bajando y parecía que las cosas iban ya mejor. Pero al llegar a segundo curso, cuando tenía 13 años, todo cambió. Había un muchacho llamado Erick Eber con muchas influencias entre los otros alumnos, un cabecilla, que me odiaba tremendamente. ¡Nunca llegué a entender por qué me odiaba tanto! Quizás porque al parecer su familia era muy conservadora o algo. De hecho, nunca llegamos a conocernos realmente, pero parecía obsesionado conmigo. Recibía mensajes de f*******: y a mi móvil, en los que me insultaba y me amenazaba con que me matarían por ir en contra de la naturaleza. Me decía que ya tenían todo planeado, que tenía a gente esperándome fuera de mi colegio con martillos, cadenas, palos y ladrillos. Yo leía e inmediatamente borraba esos mensajes, nunca paso por mi mente denunciarlo, pero sí recuerdo todo lo que decían esos mensajes. Probablemente, el más significativo sea este: “Jotito, ¡ya ves que esto no es broma! ¡Más te vale cambiar si no quieres que esos martillos terminen con todo tu cuerpo! Si no cambias, yo mismo me encargo de que mueras. ¡Tú no estás bien! La gente, como tú me da asco, van en contra de la naturaleza y es necesario terminar contigo. Más te vale no contarle de esto a nadie si no quieres que tu familia también se vaya al infierno contigo. Eres despreciable, seguro cambiarás con unos golpes, ¿verdad? No importa dónde te escondas, sabes que te encontrarán. Y yo, especialmente, planeo dejarte en coma, a ver si así cambias, ¡cabrón! Espero te haya gustado el show de armas que viste ayer, porque cuando te veamos verás muchas más”. Nunca llegué a decirle a nadie porque amenazaba con ir a por mi familia y eso me asustó demasiado. Además, no encontraba la ayuda, me sentía tan solo y tan asustado, que no le decía a nadie de mis problemas. Nunca creí que las amenazas llegarían a ser verdad, pero sí lo fueron. Siempre lograba escabullirme después de la escuela para que no me hicieran nada, hasta que un día no me escapé bien. Al salir del colegio, me encontraron cuando pasaba por una calle solitaria y me dieron la golpiza de mi vida. Lo próximo que recuerdo es que desperté en el hospital. Había estado tres días en coma. Los doctores me dijeron que con una cadena me rompieron el cráneo y dañaron seriamente mi cerebro. También me dijeron que tuve un derrame cerebral, además de muchos moretones y raspones. Mis padres, al enterarse, se querían morir de la impotencia. Por qué fallaron y no podía Denunciar los hechos a la policía, pero no tenía pruebas. Era mi palabra contra la de ellos hasta la de mis padres la escuela tampoco hizo nada contra mis agresores, así que solo era un herido más en el mundo. Después de eso, me vi obligado a cambiar de escuela, de vida, no perdí a amigos, ya que era el sarnoso de la escuela, el fenómeno y si alguien se le ocurría hablar conmigo correría la misma suerte que la mía. Pero al menos nunca más volví a ver a mi familia que lo apoyaba completamente, ni al chico aquel. Lo que no podía entender era por qué tanto odio, estando en el hospital yo solo quería morirme para acabar con la sensación continua de miedo. Después de mi recuperación, me llevaron a un psicólogo y me diagnosticó que tenía depresión y ansiedad. Así que, aparte del maltrato físico, mi mente también estaba hecha un desastre. Mis padres jamás fueron a verme, mientras estuve hospitalizado. Mi padre, las veces que llame a casa, me trataba igual o peor que aquel chico. Al mes salí del hospital y no tenía donde ir, no tenía amigos, menos familia, todos pensaban que ser gay era lo peor. Cuando me dirigía hacia la salida una enfermera llamada Maggi, amiga de mis padres, sabía de mi situación, me pido que la esperara treinta minutos para llevarme a su casa. Y las paradojas de la vida, Maggi era la asistente de mi padre en su consultorio porque él ejercía como médico cardiólogo. Cuando salió me llevo a su departamento y me dio un sobre con dinero, una mochila con 3 mudas de ropa y una dirección en San Francisco Yo miraba atónito todo, ella al darse cuenta me toma de la mano y me sienta a su lado, me explica que debo salir de esta ciudad, porque mi vida corría peligro, no solo por el chico aquel. Si no por mi familia y sabía muy bien a lo que se refería y tomé la decisión de irme lejos de ellos para siempre. Le di las gracias y me fui a la estación de trenes, pedí el boleto a San Francisco y me subí sin importar que serían 2 días, con tal de salvar mi vida y jamás volver a ver a Erick Eber. Fue un viaje de 2 días entre tren y autobús. Cuándo llegue a San Francisco, busqué la dirección, pero cuando pregunte a un joven, él me miro y saco una corta pluma y me robo todo el dinero que traía. Pasaron 3 días en los que deambule por la ciudad. Como pude llegue a un hogar de monjas, cuando llame a la puerta una monja me sonrió, soy Mari, hermana de Maggi Que bueno que ya estás aquí Andy. ——————————————————————- BUENO Y EMPEZAMOS CON ESTA NUEVA HISTORIA ESPERO LES GUSTE LA HISTORIA, SIGAN APOYÁNDOME. GRACIAS TOTALES
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