Castigada

1788 Words
Arrastro a la señorita Natasha al interior de la casa. Aunque gané a un precio razonable, no puedo olvidar la ofensa a mi persona por hablar sobre mí. Así es, gané gracias a una jugada muy inteligente de su parte. Pero no debería haber actuado de esa forma, podría haberme llevado a un lado y decirme lo que sabe, lo que me hace dudar... ¿De dónde saca estos detalles? La arrastro a mi oficina, entro cerrando la puerta y la empujo contra uno de los sillones. La veo nerviosa, pero rápidamente se recupera al estado de indiferencia que tiene desde que salí del restaurante. Saco el arma de mi espalda, la apunto y aprieto el gatillo. Nada cambia en su mirada, ningún rastro de miedo, nada. Mujer ¿estás loca? —¡Dame una buena razón para no matarte! Se dirige a mí con la misma actitud indiferente. —No creo que estés de humor para lavar la sangre a esta hora ¿Te estoy amenazando de muerte y estás bromeando? ¡¿Qué te pasa?! Le lanzo una mirada desagradable y acerco el arma en la cabeza. —¿Cómo supiste que no se pueden hacer envíos desde Rusia? Me mira con una casta sonrisa en los labios y me responde. —Investigué, ¿realmente pensaste que caminaría contigo en medio de las personas más peligrosas, sin saber nada? Ok, no esperaba esta respuesta de ella. Sé que es muy inteligente, sin embargo, no esperaba que hiciera tan bien su tarea. —¡¿Qué pasaría si Jacob estuviera preparado para tal situación y nos mostrara pruebas de transporte?!— le pregunto, y la sonrisa en su rostro se ensancha. —Había dos opciones: o el transporte provenía de otro país o el transporte era de la propia Rusia, y las armas han estado en su poder durante más de dos meses. Y aquí, de nuevo, intervienen 2 posibilidades: si fuera de otro país, igual te habría engañado, y si fuera de Rusia, lo tuvo por más tiempo, pero no tendría cómo demostrarlo. Opté por lo último Es muy inteligente y eso ya está empezando a molestarme. Se fija en los detalles y los analiza para crear una ventaja. Rara vez se ve esto en un negociador, por eso es tan bueno. Hay detalles y oportunidades que se me escapan incluso a mí. —¡Incluso si ganaras, no puedo olvidar el hecho de que interfiriste en mis asuntos! Te advertí que mantuvieras la boca cerrada, en este mundo solo eres mi compañera de vida, no me representas! Su mirada se oscurece, y puedo jurar que mis palabras no le sentaron bien, pero esa es la verdad. —¡Entonces dispara!— ordena presionando su frente contra mi arma. Dios, perdóname por ofender a los tontos, esas personas son normales al lado de este ser. Ella me desafía y está extremadamente emocionada por eso. Bien, tú lo pediste. —¿Un último deseo?— pregunto irónicamente. —¡Espero que encuentres una mujer exactamente como yo y te enamores de ella! —¡Eso fue una maldición!— digo y aprieto el gatillo, la bala se estrella en la pared detrás de ella. Está temblando, es cierto, la bala pasó justo por su cabeza y el sonido que hizo fue ensordecedor. Chase entra a la oficina presa del pánico, esperando ver un charco de sangre, pero da un suspiro de alivio cuando ve que el rostro aún está intacto. —Sácala de aquí y enciérrala en su habitación— le ordeno a mi amigo, pero claro, aún con la muerte a su lado, este ser no puede evitar hablar. —¡No! ¡No tienes derecho a hacer tal cosa, ingrato! —¡Mírame entonces!— digo y la llevo a su habitación, ella intenta liberarse de mi agarre, pero soy mucho más fuerte, así que no tiene ninguna posibilidad. Llego a su habitación y entro, caigo en la cama y debido a su agitación aterrizo encima de ella, de repente se calma y hace contacto visual conmigo, por unos segundos pensé que el circo había terminado pero la siento tratando de darme un rodillazo en mis bolas. Atrapo sus piernas entre las mías y con mi mano izquierda inmovilizo sus manos arriba de su cabeza, comienza a luchar y a gritar y ya me empieza a molestar así que le hundo los dientes en su suave cuello, grita de dolor y cuando considero que su castigo es suficiente, empiezo a aliviar su dolor dibujando líneas con mi lengua y chupando suavemente la herida. Lentamente ella se debilita en mis brazos y disfruta el tratamiento. Por mucho que desearía que pudiéramos llevar esto más lejos, estás castigada, amor. Me levanto y antes de que se dé cuenta de lo que está pasando, salgo por la puerta y la encierro en la habitación, no antes de que diga unas últimas palabras. —¡Estás castigada hasta nuevo aviso! XXX Punto de vista de Natasha Mi orgullo acaba de ser bombardeado por el hombre más desagradecido del mundo. Bastardo, ¿realmente crees que es fácil fingir ser tu esposa? Es lo más difícil, hay que estar en posición defensiva sin parar y cuando finalmente tuve un momento para relajarme, mi orgullo se hizo añicos. Pero es normal, como pensar en alguien más que en uno mismo, egoísta. Enciérrame en la habitación porque con esto solucionas muchas cosas. Prometo que me vengaré de todo lo que sufrí hoy por tu culpa. Pisotearé tu orgullo, así como tú pisoteaste el mío. Arrastro mis piernas con dificultad hasta el baño y con ojos pesados ​​miro la marca que dejó ese bastardo. Ningún frasco lleno de base cubrirá esta marca. Me desvisto y me meto a la ducha, el agua caliente me hace olvidar todo lo que hizo ese cabrón, pero aún así la venganza no me da paz. ¡Porque se lo merece! ¡Verá, Sr. Black, lo que realmente es tener una esposa como yo! ¡Veamos si consigues ocuparte del negocio, con semejante molestia en tu cabeza! Salgo solo en una toalla al balcón con la intención de fumar un cigarrillo tranquilamente, pero viviendo con este hombre bajo el mismo techo, por supuesto que no puedo darme el lujo de estar tranquila. Lo escucho desde el balcón gritarle a alguien. Está cabreado, y lo único que quiero hacer ahora, a las 2:00 de la madrugada, es cabrearlo aún más. ¡Verás qué lindo es tenerme encerrada en la habitación! Me siento en la silla junto a la mesa de café y enciendo un cigarrillo. Mientras fumaba, sólo pensaba en lo estúpida que podría haber sido al ceder ante él. Se burló de mí, consiguió lo que quería y fue sólo culpa mía por bajar la guardia. ¡Eso es lo que pasa si no tengo cuidado! Justo cuando pensaba que no saldría de la habitación esta noche, escucho que se abre la puerta del balcón. ¡Cuanto tiempo te llevó! Enciendo otro cigarrillo y espero a que dé el primer paso en la conversación conmigo. Enciende un cigarrillo y se sienta en la otra silla de la mesa. No me mira, es como si no existiera. Ajá, entonces no soy de ningún interés para ti. ¡Bueno! Continúo con mi cigarrillo en silencio y lo ignoro por completo. Me necesitarás y vendrás como un cachorro a pedirme ayuda, a ver si entonces todavía te hago caso. Ese silencio grave me vuelve loca, pero no quiero salir del balcón por nada del mundo. Me levanto de la silla y me acerco desde la barandilla del balcón. El jardín detrás de su casa parece un cuadro del Louvre bajo la luz de la luna. Toda esta maravillosa pintura me hace recordar mi antigua casa, el jardín de rosas de mi madre era perfecto para los días en los que solo querías relajarte. Hay momentos en los que quiero dejarlo todo y volver corriendo hacia ellos. Pero lamentablemente lo que la vida te depara no es nada agradable. Todos los momentos que pasé con mis padres pasan ante mis ojos. Son momentos impagables para mí, incluso las discusiones con ellos las extraño. Mis ojos se humedecen y siento que voy a ceder nuevamente bajo la presión de los recuerdos. Pero ahora no es el momento, no para él. Giro sobre mis talones todavía pensando, pero este estado desaparece rápidamente cuando golpeo un pecho duro. ¡¿Realmente no podías quedarte en la silla?! Le doy la mirada más fea que tengo. Me mira asombrado, sin entender por qué lo estoy mirando. Me pregunto por qué. De hecho, soy rehén de un mafioso, en uno de sus palacios. Vaya, el sueño de todo tonto se hizo realidad para mí. Lentamente se acerca a mi rostro, sigo sin entender lo que quiere. Cariño, si quieres una bofetada, no elegiste el momento adecuado, no puedo arriesgarme a que se me caiga la toalla cuando lo haga. De hecho, es la verdadera tentación, quedar desnuda para abofetearlo y sufra doble. Me despierto de mi hermoso sueño en el que le gano a este Don Juan en el momento en que toca mi cuello. Salto como fuego junto a él y la tentación de cumplir mi sueño se hace aún mayor. Me miró ligeramente divertido, sin rastro de culpa. Sus ojos son fríos y el resto de su cuerpo rezuma egoísmo por cada célula. —Me voy mañana por la mañana, así que será mejor que encuentre la puerta abierta Lo atraigo a mi plan, ¡Vamos Black, dame una buena razón para vengarme! Su rostro solo rezuma sarcasmo, veamos si podrá mantener este estado en el futuro. —¡Estás siendo castigada hasta que te domestiques, muñeca! Me enojo, pero trato de salir de este estado para poder vengarme. Me acerco a él lentamente y en el momento en que llego a su rostro, pongo mi manos en su pecho lleno de tatuajes, dejando caer la toalla por mi cuerpo, me mira de pies a cabeza, analizando cada parte de mi cuerpo, permanece hipnotizado en mis senos, y lo siento arder de deseo, creo que ya tiene suficientes imágenes acumuladas para esta noche, así que me acerco a él presionando mis senos contra su pecho y le susurro al oído. —Espero que tengas una noche tranquila, muñeco— Giro sobre mis talones, y camino como un gato hacia mi habitación, siento su mirada quemando mi cuerpo, y en el momento en que entro a la habitación, lo veo venir hacia mí, así que cierro la puerta del balcón, las cortinas y me voy a la cama. ¡Espero que duermas bien esta noche!

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