Tras una larga ausencia por resolver problemas personales y laborales, Richard al fin asistió a la siguiente reunión de la asociación. Solo que, esta vez, fue en compañía de Sonia. Sus colegas se quedaron asombrados, ya que estaban acostumbrados a verlo con Macarena. Pero éste les explicó lo sucedido y todos se impactaron al saber que, por una borrachera, embarazó a su segunda sumisa. - ¿Y qué piensas hacer, señor Richard? – le preguntó un colega. - Me haré responsable, por supuesto – respondió Richard – nunca seré como el imbécil de Roberto. - ¡Quién lo diría! Hace apenas unos meses eras el hazmerreír de la Asociación y, en un año, no solo conquistaste a dos sumisas sino, también, embarazaste a una de ellas. ¡Eres todo un hombre! - ¡Sí! ¡Nuestro R