- Buen día, señora López. - ¿Cómo está, señora López? - Ya está lista su agenda del día, señora López. Un tiempo después de reencontrarse con su padre, Macarena tomó parte de la fortuna que éste le cedió como herencia para fundar su propia empresa. Por supuesto fue bien guiada por su progenitor quien, además, la apoyó en sus estudios de administración gerencial y gestión de proyectos para convertirse en toda una profesional de renombre. - Hoy hace un buen día. ¿No lo crees, Clarisa? – le dijo Macarena a su secretaria, mientras se dirigía a su oficina – Dime si hay alguna que otra novedad. - Sí, señora – dijo Clarisa, mientras miraba su agenda – el señor Pérez de la compañía de seguros desea una reunión privada con usted. Y el señor Gómez de